El 2023 está en la agenda de todos. Por más que lo quieran disimular, mirar al costado o patear simbólicamente hacia adelante. Todos y todas piensan en lo más complejo de la democracia: la sucesión.
Está súper claro quienes son los que podrían encarnar las intenciones de Horacio Rodriguez Larreta en la ciudad. De hecho el propio Intendente Héctor Gay se mostró cercano en más de una oportunidad. La semana pasada la Senadora Nidia Moirano tomó un café con el ex presidente Mauricio Macri y es claramente quien mantiene todas las unidades y un poco se puede convertir en el pegamento que garantice esa tranquilidad.
Los Pablo Romera o Fernando Compagnoni podrían encarnar sin duda alguna una candidatura de HRL en la ciudad. Moirano es claramente alternativa.
¿Pero con Bullrich? Bueno Alsina 65 tiene todos los boletos para tener allí también un candidato propio. Marcos Streitemberger es uno de los mejores perfilados. Allì se entiende la necesidad que los armadores tuvieron de “colocar” a sus 3 alfiles en la primera linea.
Streitemberger, Marisco y Romera no pelean entre ellos para el 2023. En realidad pelean por distintos lugares que le permitan al actual triunvirato mantener sus candidatos independientemente de los radicales, el gen o los lilitos.
De esta manera y aunque ahora parezca imposible podrían darse las internas menos pensadas para el próximo año.
Cambiemos demostró una madurez que antes ostentaban los peronistas. Podrán existir distintas lineas (Vidal, Bullrich, HRL, Macri, Santilli o el otro Macri) pero la realidad es que después todos, son todos en serio.
¿Será que el Frente de todos está en la otra vereda?
Queda claro que Alvarez Porte se retiró del palacio municipal para “hacer política” y fue donde Ritondo. Queda claro que lo mismo hizo (o la empujaron a hacer) con Quartucci que intentará desde algún lugar del radicalismo.
El gran perdedor del movimiento es Andrés De Leo y quizá alguno más: ¿Salaberry tendrá lugar?