La sesión convocada por la oposición el jueves a las 12 horas para tratar los proyectos vinculados al sistema de boleta única pende de un hilo: por ausencias inesperadas y una presión de la Casa Rosada a los partidos provinciales, el quórum está muy justo.
Para aprovechar esa situación, el Frente de Todos llamó a otra sesión una hora antes con temas de consenso, con la idea de estirar el debate lo máximo posible y superponerlo. De todos modos, quien tiene mayoría manda y puede redefinir el temario a gusto.
El problema es que con la paridad que hay entre las dos fuerzas grandes y el doble juego de los bloques chicos nadie tener garantías, el motivo principal por el que sólo hubo una sesión este año.
El llamado de la oposición para tratar ocho proyectos sobre boleta única tiene firmas suficientes para alcanzar una mayoría de 129, necesaria para abrir el recinto. Adhirieron Juntos por el Cambio (116 votos), el interbloque federal (8), las dos fuerzas liberales (4) y los rionegrinos (2), estos últimos habituales aliados del Gobierno.
El quórum permitiría sesionar pero no aprobar la ley, aunque sí girarla a comisión y marcar la ruta para que tarde o temprano sea enviada al Senado.
El proyecto de consenso es la boleta única papel, una papeleta con los candidatos de todas las fuerzas divididos por categorías (senadores, diputados, etc.), para que el votante elija marcando una cruz. Así se vota en la mayoría de los países de América Latina.
Pero en estos días surgieron tres elementos que podrían frustrar el debate. El principal es que otras fuerzas que podían sumarse se pronunciaron en contra, como la dupla de misioneros, socios del Gobierno como los rionegrinos, que además tienen un voto clave para alcanzar una mayoría en el Senado. Si quisieran la boleta única, la sanción de la ley estaría casi garantizada, pero sus referentes dicen que lo mejor es no mezclar el debate en la grieta.
Tampoco quieren ayudar los cuatro diputados de izquierda, pese a que la boleta única, se supone, debería beneficiarlos. En el Congreso creen que prefieren seguir con el sistema actual porque se favorecen con el financiamiento de boletas que hace el Gobierno.
El segundo elemento que puede complicar la sesión es que algunos diputados de Juntos se pidieron licencia por viajes personales. No hay otra especulación que la imprudencia y el desinterés, señalan los gestores del acuerdo. Sobre todos porque hubo quienes ignoraron sus problemas de salud y viajaron igual.
Y no menos importante es la presión que están recibiendo los dos rionegrinos para no votar con la oposición, con llamados del ministro del Interior Eduardo “Wado” De Pedro, quien el año pasado ratificó que para el Gobierno no hay sistema electoral mejor que el actual.
El diputado neuquino Rolando Figueroa tampoco quiere boleta única y a Juntos le quedarían dos diputados de partidos provinciales para pescar: el riojano Felipe Álvarez y el santarcueño Claudio Vidal. Suelen jugar a las escondidas hasta último minuto.
No todo el oficialismo está en contra: el año pasado el senador Guillermo Snopek firmó el pedido de una ONG para tratarlo. También hay diputados que dicen estar de acuerdo en eliminar boleta sábana por parido, pero no son escuchados.
Con ese panorama, el jefe del Frente de Todos Germán Martínez llamó a una sesión para las 11 horas, 60 minutos antes que la de boleta única, con tres proyectos dictaminados este martes con respaldo de Juntos por el Cambio.
“El kirchnerismo realizó una maniobra burda para evitar que avance la Boleta Única. Evidentemente, el oficialismo le teme a la transparencia electoral y prefiere la trampa”, se quejó Mario Negri, jefe de los radicales, que este jueves definirán una estrategia para contestar.
Uno de los proyectos incluidos es la actualización de la ley de VIH, una renovación de la norma de 1990, que declaró de interés púbico la enfermedad, pero esta vez se suman otras de transmisión sexual y la hepatitis, que deberían tener cobertura asegurada.
Otro es el blanqueo para la construcción, que se prorrogó por un año y permite declarar fondos con un penalidad de entre el 5 y el 20%. El último proyecto es el de incentivo al cannabis medicinal y cáñamo a escala industrial, ya aprobado en el Senado.
Juntos por el Cambio está de acuerdo con este paquete y bien podría postergar su tratamiento para después de la sesión de boleta única, si consiguiera una mayoría con la que manejarse cómodo. No está seguro de tenerlo. Lo sabrá el jueves.
(www.lapoliticaonline.com)