Tal como marca la tradición desde el regreso de la democracia con Raúl Alfonsín -solo hubo dos excepciones, Carlos Menem en su primer mandato, que juró el 9 de julio, y Néstor Kirchner, que lo hizo el 25 de mayo– Alberto Fernández jurará como nuevo presidente de la Argentina este 10 de diciembre de 2019. La fecha también marca el final del gobierno de Mauricio Macri, el primer jefe de Estado no peronista en terminar su mandato.
La Asamblea Legislativa será presidida por Gabriela Michetti, vicepresidenta saliente, y como primer punto se elegirán las comisiones de exteriores y de interior que recibirán al presidente electo en la explanada del Congreso. Luego será el momento de las juras.
En primer turno, alrededor de las 11:30, Michetti le tomará juramento a Cristina Kirchner, quien se convertirá en vicepresidenta. Minutos más tarde, quien fuera compañera de fórmula de Mauricio Macri en 2015 también estará a cargo de la jura de Alberto Fernández, a pesar de la intención que tenía CFK de hacerlo ella.
Esto se resolvió en una reunión entre Marcos Peña y su sucesor como jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Ambos acordaron respetar el artículo 93 de la Constitución Nacional, que indica que quien preside la Asamblea Legislativa sea quien tome juramento a los nuevos mandatarios.
Una vez consagrada la fórmula electa el 27 de octubre con el 48% de los votos, Mauricio Macri le entregará la banda y el bastón presidencial a Alberto Fernández y el flamante jefe de Estado dará su primer discurso como presidente de la Argentina. El texto lo escribió de puño y letra el propio Alberto, aunque sí tuvo ayuda para su elaboración: Cafiero para la estructura y Nicolás Trotta, nuevo ministro de Educación, para la parte técnica y los datos duros.
La precisión de los datos se debe a que el ex jefe de Gabinete no va a dejar pasar en su alocución la herencia que recibe del macrismo. Pondrá especial énfasis en esto y no se descarta que use el término “tierra arrasada”, el mismo que utilizó Axel Kicillof para graficar el estado de la provincia de Buenos Aires.
Esto vendrá de la mano con el pago de la deuda a partir del 2020. La “herencia M” será la carta a mostrar para justificar el mantra que se repite por estas horas entre los funcionarios entrantes: que no se pueden atender todos los vencimientos. Justamente aplicar esto es lo que tiene en la cabeza Martín Guzmán, quien asumirá como ministro de Economía: extensión de plazos de pago de capital, dos años de gracia para los intereses y cierre de todo el proceso en marzo de 2020.
Fuente: Infobae