La exgobernadora y precandidata a presidenta María Eugenia Vidal visitó Bahía Blanca y se refirió entre otros temas, al pedido de Rodríguez Larreta para que en distritos como el nuestro haya candidaturas únicas a jefe comunal, tal como pide el Municipio bahiense. Además, habló de qué debe hacer Juntos por el Cambio si vuelve a ser gobierno en diciembre de este año.
Aclaró que aún está pensando su postulación presidencial y sostuvo que en Bahía no tiene que haber una candidatura única de la coalición para intendente sino competencia en PASO.
Explicó que si les toca ser gobierno nuevamente, “la prioridad uno es bajar la inflación. No podemos vivir en esta incertidumbre, donde el comerciante no sabe qué precio poner y el laburante sabe que cuando va al supermercado el precio va a ser siempre distinto”.
“La número dos es la seguridad. No hay libertad sin seguridad y hoy no solo en el Conurbano o en las grandes ciudades sino en otros lados se empiezan a sentir las consecuencias del abandono de la lucha contra el narcotráfico que dimos con Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Cristian Ritondo. Ese retroceso hace sentir el incremento de homicidios y de delitos en general. En mi gobierno fue prioridad y lo tiene que volver a ser”.
En esta línea, recalcó que no debe haber más gradualismo. “Sin dudas, querer hacer las cosas de a poco nos perjudicó. Hoy sabemos que nuestro programa económico se tiene que poner en marcha el primer día. El tercer aprendizaje es que no hay más espacio para deuda ni aumento de impuestos ni emisión monetaria. La Argentina ya no tiene más quién le preste. El gobierno le está pidiendo al Fondo que le adelante la plata y la bola de Leliqs se ha vuelto imparable. No hay financiamiento” sostuvo.
“Tenemos que probar con algo que nunca hizo la Argentina, que es no gastar más de lo que ingresa, ir al equilibrio fiscal en el primer año, achicar el gasto del Estado. También hacer una reforma laboral para que el empleador no tenga miedo de tomar a alguien y que después por un juicio pueda fundirse, así como una reforma tributaria que vaya bajando gradualmente los impuestos al trabajo para que aquel que produce no sienta que el Estado le está poniendo una pata en la cabeza”.