Tras una primera batería de medidas para morigerar el impacto del coronavirus y el efecto del aislamiento obligatorio, el Gobierno sumó hoy nuevas iniciativas orientadas principalmente para los sectores más sensibles de la economía, como trabajadores independientes e informales.
Tras algunos cuestionamientos iniciales luego de los primeros anuncios, el presidente Alberto Fernández ratificó que el Ejecutivo estaba desarrollando medidas para auxiliar a los sectores más desprotegidos en medio de la parálisis que provoca la pandemia. “Vamos a gastar todo lo que sea necesario para que la gente esté tranquila”, indicó en una entrevista el domingo con Telefé en la que adelantó que el foco sería independientes y pequeños comerciantes.
Hoy, en diálogo con Radio Nacional, el Presidente agregó que una de sus mayores preocupaciones es que “ninguna persona pase hambre, que todos tengan recursos para estar tranquilos en sus casas y que la economía no se paralice totalmente”.
En la conferencia de prensa de hoy en la Quinta de Olivos estuvieron el ministro de Economía, Martín Guzmán, y su par de Trabajo, Claudio Moroni. Guzmán anunció la creación de un ingreso familiar de emergencia de $10.000 sólo por el mes de abril, aunque podría extenderse. El tope mensual promedio de los beneficiarios (según el máximo oficializado) sería de $26.092.
Se trata de 3,6 millones de hogares que serán beneficiados, más precisamente monotributistas (categorías A y B) y trabajadores informales (también casas particulares) que hayan dejado de percibir ingresos como consecuencia del impacto de la pandemia. Esto beneficiados van a cobrar $10.000 por única vez, en principio. Va a haber una página en la que habrá que inscribirse en la Anses. “Es para familias que no tengan ningún otro ingreso”, advirtió Moroni.
“Lo que se busca El estado llegue a familias que hoy no están protegidas por otras prestaciones”, dijo Guzmán. Darán ente 10 o 15 días para la inscripción. Moroni aclaró que la ayuda anunciada esta noche es compatible con la Asignación Universal por Hijo (AUH)
Días atrás, el Gobierno el Gobierno había decidido el pago de un bono adicional de $3100 a los beneficiarios de la AUH y la asignación por embarazo, un refuerzo de la asistencia a comedores escolares, comunitarios y merenderos; el pago de un bono extraordinario de $3000 para las jubilaciones mínimas; y un período de gracia en el pago de créditos de la Anses.
Además, la eximición del pago de contribuciones patronales a los sectores del transporte, el turismo y el esparcimiento (aunque en el Gobierno piensan en expandir la medida); la ampliación de los Repro (ayudas estatales a empresas para pagar salarios), el refuerzo de los subsidios al desempleo, la inyección de $100.000 millones para obras públicas y el relanzamiento del Procrear con 300.000 nuevos créditos. También se anunció la instauración de 2300 precios máximos (más de 20.000 variedades de productos) durante 30 días.
En un webcast con bonistas la semana pasada, Guzmán había adelantado, en el mejor escenario, que este año se registraría una caída del PBI de 1%, mientras que en 2021, la economía crecería 3%. En una visión pesimista, la retracción sería de 1,5% en 2020, mientras que el año que viene mejoraría un 2,5%. Guzmán hizo entonces una salvedad. “Este análisis de sostenibilidad es anterior a la situación del coronavirus. Todos alrededor del mundo están aprendiendo sobre el impacto global que tendrá (.) tendremos que revisar estos números”, dijo.
Hoy, en una videoconferencia con algunos de sus pares del G-20, el ministro de Economía había reclamado proveer transferencias de dinero, proteger el empleo a través de subsidios al trabajo en los sectores que sean afectados críticamente por la crisis y extender seguros de desempleo. Además, sugirió: “Debería haber extensiones de los swaps bilaterales, canjes bilaterales de monedas, con las economías más avanzadas, así como incrementos de los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
“Creemos que el impacto sobre la actividad económica será significativo”, indicó un informe estos días de la consultora privada Ecolatina. “Por un lado, la dinámica del comercio exterior se está resintiendo. Si bien Argentina es uno de los países con menor apertura comercial del mundo, parte relevante de su producción tiene como destino China, Estados Unidos y Europa, explican cerca del 30% de nuestras exportaciones, y el shock de demanda que están teniendo estos países definitivamente afectará el volumen de nuestras ventas. Al mismo tiempo, el precio de los commodities cayó en las últimas semanas y no queda claro si se recuperará en el corto plazo”, indicaron y recalcaron que habrá un freno en el flujo de turismo receptivo.
“Estos efectos apuntan en la misma dirección, el ingreso de divisas comerciales se resentirá en un contexto de escasez de Reservas Internacionales. Las importaciones también se verán afectadas, por menor actividad interna y menores precios internacionales, pero el efecto no compensaría la merma en exportaciones”, indicaron y cerraron: “El menor saldo de divisas pondría en una disyuntiva al equipo económico. O impone restricciones cuantitativas a las importaciones con el fin de preservar el superávit comercial para hacer frente a sus compromisos financieros, o acepta perderlo parcialmente y no resentir tanto el nivel de actividad. Es probable que se elija un mix, lo cual afectará tanto la negociación de la deuda como a la actividad económica local”. Ecolatina recortó su proyección 2020 de -1,3% a -2%.
Fuente: La Nación