El presidente de Aerolíneas, Pablo Ceriani, y los titulares de seis de los siete gremios de Aerolíneas Argentinas y Austral mantuvieron un encuentro este martes para avanzar en la fusión de ambas empresas y hubo acuerdo en que la viabilidad de la empresa depende de hacer un cambio en el modelo de negocios y ganar eficiencia.
En el encuentro que duró dos horas, el presidente de la empresa, aseguró a los trabajadores que su visión de eficiencia no implica despidos, sino la eliminación de improductividades estructurales, lo que en su opinión se puede conseguir mediante la apertura de dos nuevas líneas. Como anticipó LPO, Ceriani quiere capitalizar la experiencia de los vuelos en busca de material sanitario a China para abrir una nueva división de servicio de cargas y quiere sacar provecho de la reputación técnica mediante una nueva división de mantenimiento para aviones de otras compañías.
” Vamos a hacer los cambios necesarios para hacer sustentable la compañía, con la gente adentro y en el marco de un plan de crecimiento”, dijo Ceriani en su cuenta de twitter. “Para eso van a ser fundamentales las dos nuevas unidades de negocios, de carga y de mantenimiento, que funcionarán dentro de la aerolínea unificada y permitirán aumentar nuestros ingresos”, agregó.
Una de las preocupaciones de los mecánicos era que no se creara una nueva empresa dentro del holding para el área de mantenimiento que, si el proyecto no llegara a tener los resultados deseados, pudiese ser enviada a la quiebra en un futuro y que se convirtiera en una forma de desvincularlos de Aerolíneas y Austral para despedirlos luego. Ceriani descartó esta opción y aseguró que las áreas se mantendrán dentro de la empresa unificada que seguirá operando bajo el nombre de Aerolíneas Argentinas.
Aerohandling, Optar y JetPaq son las otras tres empresas que completan el holding Aerolíneas Argentinas.
Las lecturas de los trabajadores y Ceriani coinciden en que la situación del sector cambió muchísimo con la irrupción del coronavirus en el mundo y que en este contexto no puede ser prioridad para el presupuesto nacional cubrir las pérdidas de Aerolíneas.
La empresa viene de un golpe fuerte con la gestión de Dell Aqua. De un déficit fiscal de 350 millones de dólares en 2015, bajo la dirección de Isela Costantini el déficit se redujo a 550 a 325 millones de dólares entre 2015 y 2016, para reducirse a los 200 millones de dólares con Dell Aqua en 2017 y 2018 y dispararse a los 680 millones en 2019. Esto fue producto de las sucesivas devaluaciones y de la pérdida de participación en el mercado de más de 10 puntos porcentuales hasta quedar en el 63%, por debajo de los niveles que tenía bajo la gestión de Marsans.
El encuentro de este martes llegó luego de conversaciones bilaterales de Ceriani con cada uno de los secretarios generales de los gremios, con el presidente Alberto Fernández, que el 6 de mayo -el mismo día que salió el penúltimo avión hacia Shanghai- dio luz verde al proyecto de fusión y también con Mario Meoni.
Por el momento, los trabajadores de Aerolíneas ni Austral tuvieron recortes en sus salarios básico, aunque sí se vieron afectados los conceptos variables de sus recibos de sueldo y los directivos de la empresa esperan poder seguir así hasta que se reanuden las operaciones y la compañía pueda volver a facturar. Tampoco es un tema que se haya puesto sobre la mesa, como sí sucede con Latam, pero tampoco lo ven como un imposible si la situación del sector se agrava.
LPO