Una de las canciones más populares de Luis Miguel es Tengo todo excepto a ti, en la que el mexicano narra cómo su vida estaba casi completa, pero le faltaba el amor. La campaña 2023 de la titular del PRO, Patricia Bullrich, puede definirse también con esa canción: tiene todo, excepto la fuerza para fiscalizar las elecciones internas en las que espera dirimir la candidatura presidencial del partido amarillo.
Cerca de Bullrich son conscientes de que la forma en la que fiscalicen la interna determinará el resultado en la disputa contra el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Si para agosto consigue tener una persona en cada una de las 101.457 mesas (cifra correspondiente a los comicios de 2021), analizan en su comando de campaña, saben que tendrán una chance real de poder ganar la interna del PRO pero también de Juntos por el Cambio (JxC)
El control de los votos es un tema que obsesiona a la titular del PRO y para el cual despliega una estrategia con diferentes enfoques. Uno de ellos es darle libertad de acción a las figuras provinciales del macrismo pero bajo la promesa de que cuidarán su boleta. “No me importa lo que hagas en la provincial, sólo cuida mi boleta”. Con esa frase Bullrich cerró una conversación con una figura del partido la semana pasada.
Bajo esa máxima, además de la búsqueda de acuerdos distrito por distrito con aspirantes vecinalistas o locales, Bullrich instruyó a la exembajadora en la OEA Paula Bertol para que repita el proceso de convocatoria y capacitación de fiscales que no están dentro de las estructuras partidarias. El famoso voluntariado.
Las redes sociales de la presidenta del PRO son un canal clave para ese objetivo. Para lograr la fidelización de la persona que solamente se inscribe en la página web de Bullrich para conseguir información sobre su campaña crearon un álbum denominado “la foto de la foto”.
Con esa acción buscan que la mayor cantidad de personas por fuera de la política formen parte del esquema de fiscalización, algo que el PRO realizó en 2015 para la campaña presidencial de Mauricio Macri. La iniciativa no es el único recurso que el equipo de la exministra de Seguridad puso en marcha para cuidar sus votos. Mientras construye esa estructura propia, en la provincia de Buenos Aires, pero en especial en el conurbano, el diputado Sebastián García de Luca busca cerrar acuerdos con candidatos vecinalistas.
Detrás de eso no está solamente el objetivo de conformar listas 100% para usar la “I” y no la “Y” sino que además de esa forma sumaría pequeñas estructuras dentro de cada distrito. El principal problema que tiene esa estrategia es que el economista liberal Javier Milei busca avanzar en el mismo sentido.
En todo el territorio hay 17.000 lugares de votación, cifra que corresponde a las elecciones de 2021 en donde hubo más mesas como consecuencia de la pandemia del covid-19, por lo que la estrategia no está solamente focalizada en el conurbano. Para el interior, en donde el secretario de la Presidencia del PRO, Damián Arabia, y el diputado Federico Angelini ofician de armadores de Bullrich, en el comando de campaña de la exministra de Seguridad apuestan a que figuras de la Unión Cívica Radical (UCR) también decidan jugar en la interna macrista.
El caso de Mendoza es el ejemplo que usa Bullrich para explicar su objetivo. Ella, según reconstruyó este portal, está convencida de que el gobernador Rodolfo Suárez y sobre todo el senador Alfredo Cornejo están dispuestos a oficiar como las espadas de esa estrategia con el radicalismo.
(LetraP)