En el marco de la reunión informativa, el diputado Pablo Cervi (Evolución radical), presidente de la Comisión de Economía, señaló: “Creo que Argentina tiene una gran oportunidad y es importante mirar un poco hacia adelante. Tenemos que ver hacia dónde va el mundo y cómo podemos insertarnos, como país, en él”.
Desde el Frente de Todos, el vicepresidente primero de la Comisión de Agricultura y Ganadería, diputado Carlos Ponce, expresó: “Estamos en un camino correcto, pero tenemos que seguir sancionando leyes que beneficien al campo y a todo el país”.
Desde Países Productores del Sur para Argentina, Eduardo Serantes explicó que “el grupo Productores del Sur es un centro de pensamiento entre el sector privado y el sector agroindustrial de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que busca demostrar que tenemos un sistema más sustentable que otros competidores”.
Por su parte, desde el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), Martín Piñeiro enfatizó en “la necesidad de repensar nuestra inserción internacional frente al nuevo contexto internacional que estamos enfrentando”.
Durante su exposición, además, se refirió a la situación de la agricultura y la inserción de Argentina a nivel mundial, y en ese sentido, indicó que, luego de varios sucesos internacionales, tales como la guerra Rusia-Ucrania, “la geopolítica comienza a estar entrelazada con el comercio”.
“La crisis puso en evidencia la importancia estratégica de los alimentos y la energía a nivel mundial”, aseguró, al tiempo que remarcó: “Mantener el multilateralismo en el sector de alimentos es un elemento de particular importancia”.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario, Guido D´Angelo se refirió a las consecuencias de la pandemia del Covid-19 a nivel mundial y al conflicto Rusia-Ucrania, al señalar que “mostraron un esquema donde los precios internacionales de los alimentos y la energía empiezan a subir en un contexto donde las cadenas globales de valor siguen tensionadas”.
En la misma sintonía, su par Emilce Terre agregó: “Aumentaron dos insumos claves para la producción de la gran mayoría del mundo que consume el mundo, y también, para el agro: los fertilizantes y el gasoil”.
Por último, Agustín Tejeda Rodríguez, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, mencionó la “necesidad de buscar soluciones a la crisis energética y alimentaria a nivel mundial”, y en esa línea, destacó que “la Ley de bio y nanotecnología, sancionada en el Congreso Nacional, ha dado grandes soluciones a la agricultura argentina”.
“Necesitamos una política distinta, sobre todo, en lo que respecta a la inserción y negociación internacional. Se trata de una política inteligente que pueda sortear las tensiones y los nuevos escenarios políticos mundiales para poder maximizar las relaciones comerciales con el mundo”, concluyó.
En Trenque Lauquen viven 55 mil personas. Apenas 700 u 800 son productores agropecuarios. El resto se reparte entre comercios, escuelas, oficinas públicas. Ignacio Kovarsky, presidente de Carbap, eligió ese ejemplo para explicar por qué el voto del campo no puede confundirse con el voto del interior. “El voto no es del campo, es del pueblo”, advirtió.
“La mayoría vota por lo que le pasa a ellos, no por lo que le pasa al campo”, insistió. Y con esa definición apuntó al análisis posterior a las elecciones bonaerenses: “El electorado del campo es menos del 10% del padrón. No alcanza para definir una elección”.
En ese marco, en diálogo con Radio Rivadavia, cuestionó que el regreso al triunfo del peronismo en secciones con fuerte presencia agropecuaria —la segunda, cuarta y séptima— pueda explicarse solo por el apoyo del agro. “Que el peronismo haya ganado ahí no significa que lo votó el campo. Significa que lo votó la mayoría de la población, que no necesariamente está vinculada a la producción agropecuaria”, remarcó.
Ni siquiera la baja de retenciones alcanzó para revertir el malestar de algunos productores. Pero Kovarsky fue más allá con una advertencia de alcance general: “Un gobierno le puede dar al campo, a los bancos o a cualquier sector lo que pidan, pero si desatiende a los jubilados, a los maestros, a los discapacitados, a la universidad pública o al Garrahan, no va a ganar elecciones. Puede atender reclamos puntuales, pero si no responde a la mayoría, pierde”.
Los tiempos del campo y los tiempos de la política
En una entrevista con La Voz del Pueblo publicada tras su visita del sábado a la Exposición Rural de Tres Arroyos, Kovarsky amplió la mirada. “Nuestro sector tiene una particularidad, que los ciclos productivos no tienen nada que ver con los políticos, con los tiempos de la política”, explicó. Y agregó: “Discutir la Argentina o la provincia cada dos años no tiene nada que ver con el largo plazo que necesitamos”.
El dirigente recordó que Carbap presentó a todos los candidatos un documento con propuestas concretas. “Nosotros plasmamos en ese trabajo varios temas y nos juntamos con los candidatos. Y eso es lo que tenemos que hacer después, ya con el resultado puesto. Nosotros tenemos que lograr que las políticas agropecuarias se cumplan y para eso trabajamos”, señaló.
Menos motosierra para algunas instituciones
El reclamo incluyó a organismos técnicos. Sobre Senasa, advirtió: “Es un ente que ha sido reconocido mundialmente por muchísimo tiempo, pero hoy está en una situación difícil, no tiene demasiado rumbo, y falta que se aclaren algunas cuestiones”. Y reclamó: “A ciertas instituciones más que meterles motosierra, hay que apoyarlas, hacerlas fuertes”.
También pidió previsibilidad en el comercio exterior. “En materia comercial con Argentina no se habla con el Estado, se habla con el color partidario del momento y eso entonces se traduce en acuerdos de cuatro años, de ocho años con suerte. En cambio, otros países… hay ciertas cosas que no cambian”, comparó.
El pueblo y el campo
La escena de Tres Arroyos lo encontró de paso, camino a Carmen de Patagones, pero con la decisión de detenerse en la muestra local. Allí volvió a poner el foco en el costado social de las exposiciones rurales: “Es una buena oportunidad para que el pueblo conozca qué hacemos en el campo… Muchas veces nosotros pensamos que la gente del pueblo sabe qué hacemos en el campo, y no tiene porqué”. Entre maquinarias, animales y puestos de artesanos, Kovarsky resaltó que las rurales se fortalecen cuando abren espacio a emprendedores, clubes e instituciones locales. Una manera de expresar, en los hechos, esa comunión entre campo y ciudad que también quiso defender en sus palabras.
“Queremos cursar”. “Queremos hacerlo presencialmente y tranquilos”. “Queremos seguir siendo la universidad de excelencia que somos”. Las frases se suceden en el video que circula en redes, con los rostros de estudiantes que convocan a la nueva Marcha Federal Universitaria. La cita será el próximo miércoles 17 de septiembre frente al Congreso Nacional.
La consigna, repetida como un mantra, busca despejar cualquier equívoco: “Esta ley no es contra nadie, es a favor de todos”. El mensaje apunta al corazón del conflicto abierto por el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario, que había logrado una amplia mayoría en Diputados con 158 votos afirmativos, 75 en contra y 5 abstenciones, pero quedó a un voto de alcanzar los dos tercios necesarios. Ese umbral especial habría blindado la sanción e impedido que el presidente pudiera vetarla.
La norma vetada contemplaba una recomposición salarial para docentes y no docentes frente a la inflación acumulada desde diciembre de 2023, además de un aumento progresivo del financiamiento hasta alcanzar el 1,5% del PBI. Junto con la norma universitaria, el Congreso había sancionado también la ley de emergencia del Hospital Garrahan, otro símbolo de lo público, que igualmente fue alcanzado por el veto presidencial. Y por el que también se marchará.
Una convocatoria federal
La marcha es de todos: estudiantes, docentes y no docentes de cada una de las universidades nacionales, desde el norte hasta la Patagonia. En cada facultad se repite la misma preocupación: garantizar que la universidad pública siga en pie.
La movilización será abierta a toda la sociedad y tendrá como eje exigir “más recursos para garantizar el funcionamiento” de universidades y hospitales públicos.
El orgullo en disputa
“Queremos seguir siendo el orgullo de nuestra familia”, “el orgullo de nuestro país”, dicen los jóvenes en el video. En esas palabras se condensa el sentido de pertenencia de millones de argentinos que reconocen en la universidad pública un camino de ascenso social, de excelencia académica y de libertad de pensamiento.
Los centros estudiantiles remarcaron que el miércoles no será un día más: buscan enviar un mensaje claro a la Casa Rosada. “El Gobierno no puede desoír el reclamo expresado en las calles y en las urnas”, señalaron.
El próximo 17 de septiembre, la universidad pública volverá a ocupar la escena. Y lo hará bajo una consigna que no deja lugar a dudas: defender la educación y la salud de todos.
A pesar de haberle dado un contundente triunfo a La Libertad Avanza en las elecciones del domingo, los vecinos de Bahía Blanca recibieron una dura noticia del Gobierno nacional: a través de una decisión administrativa, se recortó a la mitad el Fondo Especial de Asistencia para Emergencias destinado a la reconstrucción de la ciudad tras el trágico temporal de marzo.
La medida, revelada por un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso y publicada por Página 12, implica una quita de $100.000 millones del fondo original de $200.000 millones que el propio presidente Javier Milei había creado por decreto. Según supo Noticias Argentinas, la decisión, firmada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, se oficializó apenas unos días después de que LLA se impusiera en la ciudad con el 46,41% de los votos.
El veto previo y una ayuda que se achica
Este recorte se suma a una serie de decisiones del Gobierno nacional que generaron malestar en la ciudad. Anteriormente, el Presidente había vetado una ley aprobada por unanimidad en el Congreso que también creaba un fondo de ayuda de $200.000 millones. En ese momento, el argumento oficial fue que el Decreto 238/25 ya era suficiente para atender la emergencia.
Ahora, con la Decisión Administrativa 23/25, el monto que el propio Gobierno libertario consideraba “suficiente” se reduce a la mitad. La medida golpea a los damnificados por la tragedia climática de marzo, que dejó una veintena de muertos y daños incalculables en la infraestructura de la ciudad.
La decisión contrasta fuertemente con el resultado electoral del domingo, donde Bahía Blanca fue uno de los bastiones de La Libertad Avanza. En la Sexta Sección Electoral, el oficialismo superó el 41%, mientras que el peronismo apenas superó los 34 puntos.