La Cámara de Diputados convirtió en ley, en la madrugada de este jueves, los proyectos de Economía del Conocimiento, con una fuerte polémica por los cambios introducidos en el Senado.
La modificación a la ley de Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento fue aprobada en la cámara baja con 133 votos afirmativos, 5 negativos y 88 abstenciones.
La mayoría de las abstenciones correspondieron a Juntos por el Cambio, tras haber sido rechazada por la justicia su petición en contra de la sesión virtual del 1 de septiembre, donde se cuestionó este mecanismo por considerar que solo puede funcionar si hay consenso de todas las fuerzas políticas.
El proyecto de Economía del Conocimiento promueve a los emprendimientos vinculados a la industria de la tecnología, con incentivos fiscales a las empresas que inviertan en mejoras de servicios y productos tecnológicos, en capacitación de sus empleados e investigación y desarrollados y si aumentan las exportaciones.
Se beneficia a la industria del software, producción audiovisual, biotecnología, bioinformática, ingeniería genética, nanociencia, industria aeroespacial y satelital, ingeniería nuclear.
“Estoy segura que después de esta noche muchas de las empresas que en esa mesa sectorial se habían comprometido a generar 15.000 millones de dólares en exportaciones, 200.000 puestos de trabajo en los 10 años en los que va a regir esta promoción, ya no van a hacer esas inversiones”, lamentó este miércoles la diputada Silvia Lospennato.
A su turno, Karina Banfi, del radicalismo, resumió cuál sería la conducta común de la oposición: “Nosotros vamos a abstenernos. Por dos cuestiones: primero, para acompañar en solidaridad a nuestros senadores en relación a la ilegitimidad que tienen las sesiones cuando no están bajo el reglamento que corresponde; pero también nos vamos a abstener porque entendemos esta ley es muy mala”.
Y concluyó: “Están sacando una ley para zafar, para que no les digan que ustedes han matado la ley de economía del conocimiento que ha promovido su mentor, Néstor Kirchner”.
Las modificaciones cuestionadas se refieren al establecimiento de un esquema gradual, de acuerdo al tamaño de las firmas, para los descuentos en el impuesto a las Ganancias. Así, las Pymes tendrían un 60%, las medianas, un 40% y las más grandes lo vieron reducido a un 20%.
“Me siento mucho más cómodo ahora que cuando tratamos este proyecto originalmente. Entendía que las normas que le daban iguales beneficios a las empresas independientemente de su tamaño me parecían excesivas”, expresó Carlos Heller, del Frente de Todos.
No fue el único proyecto tratado este miércoles y en las primeras horas del jueves. La sesión duró más de diez horas. Se aprobaron otras medidas y, además, se le tomó juramento a la reemplazante del salteño Juan Ameri, después de su escandalosa participación del 24 de septiembre.