El gobierno de Alberto Fernández abrió una negociación con los piqueteros más duros en busca de una tregua con vistas a las elecciones del próximo 14 de noviembre. El Frente Piquetero, con el Polo Obrero (PO) a la cabeza, tenía previsto montar un campamento sobre la Avenida 9 de Julio, frente al ministerio de Desarrollo Social. Son las mismas organizaciones populares que la semana pasada bloquearon los principales ingresos a la Ciudad de Buenos Aires generando un verdadero caos vehicular y el enojo de trabajadores y vecinos. Juan Zabaleta tiene la pesada responsabilidad de evitar que esto vuelva a suceder.
El acampe, y sus consecuencias, es una foto que el oficialismo necesita evitar. Con ese objetivo, Zabaleta se reunirá hoy por segunda vez desde que reemplazó a Daniel Arroyo, con los delegados de los Movimientos Sociales.
El martes hubo un encuentro previo entre Emilio Pérsico, secretario de Economía Social y uno de los líderes del Movimiento Evita, y Pablo Ariel Pais, el director de Ayudas Urgentes. Allí se llegaron a algunos consensos, como la necesidad de reforzar la entrega alimentario para comedores populares y merenderos a través de la Secretaría de Inclusión Social, a cargo de Laura Valeria Alonso, una dirigente de La Cámpora, el espacio político liderado por el diputado Máximo Kirchner.
El Gobierno tiene en claro que deberá ceder en alguno de los recamos que realizan los movimientos sociales, no alineados de la Casa Rosada, si quiere evitar que la Avenida 9 de Julio siga siendo un escenario de piquetes permanentes, pero, tendrá que estar dispuesto a abrir los planes sociales, como el Potenciar Trabajo, a un mayor número de beneficiarios.
Parece difícil, al menos hasta después de las elecciones. ¿Las razones? Son varias, pero dos destacan: si cede planes a los piqueteros, de inmediato recibirán reclamos por parte de los movimientos populares “albertistas” y “cristinistas” como el Evita, Somos Barrios de Pie, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, el Movimiento Popular La Dignidad o el Frente Popular Darío Santillán, entre otros.
Fuente: Infobae.