Las Mujeres Empresarias de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (MEFEBA), y el sector de Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (MECAME) llevaron adelante un estudio que señala que más del 40% de las empresas lideradas por mujeres tuvieron que reformular sus actividades durante la pandemia.
El relevamiento se realizó entre el empresariado femenino bonaerense para conocer el presente de las empresas y/o emprendimientos con el fin de definir los desafíos de cara a la pos pandemia.
De esta manera, según el estudio realizado, se pudieron llegar a las siguientes conclusiones:
El 26,8% de las empresarias consultadas cerró sus empresas/negocios de forma permanente, mientra que el 43,3% de las consultadas reinventó sus actividades. Un 53,8% de quienes se reconvirtieron emigraron su negocio al formato online. Asimismo, el 65,9% de las empresarias mujeres tuvo que endeudarse para sostener la actividad de sus empresas y los puestos de trabajo de sus colaboradores.
Por otro lado, el 7,7% tuvo que reconvertirse dentro del mismo rubro o vertical de negocio, de acuerdo a las nuevas demandas del mercado y formas de consumir en pandemia y un 7,7% directamente cambió su negocio ante el nuevo contexto de crisis sanitaria y económica. Y
un 23% confesó que tuvo que reducir sus actividades ante la poca circulación de potenciales compradores.
Sobre esto, María Laura Teruel, presidenta de MEFEBA, señaló que “con la pandemia, además de incorporar tecnología y nuevas modalidades de trabajo, tuvimos que adaptar nuestros tiempos, lo cual implica conjugar trabajo, hogar y tareas extra”.
“Habíamos medido esa situación en los primeros meses de aislamiento, demostrando una sobrecarga en cuanto a tareas domésticas, cuidados familiares, ayuda en tareas escolares virtuales, etc.”, detalló y añadió: “Es una realidad que se da en Buenos Aires, pero también en todo el país y a nivel global. Relegamos el crecimiento personal y profesional para enfocarnos en el ámbito doméstico”.
La mayoría de las empresarias consultadas (67,9%) debió ceder horas de su trabajo y/o atención a la empresa. Esto incrementó las desigualdades de género existentes, a causa del impacto de la pandemia en la cotidianeidad de las familias y la dinámica de los hogares.
Por último, Teruel expresó: “Las mujeres empresarias tenemos que acercarnos a las entidades: locales, provinciales o nacionales. Por un lado, nos brindan herramientas de capacitación y desarrollo: muchas mujeres incorporaron conocimientos y se actualizaron para vender online o usar medios de pago electrónico para sus negocios”.
“Pero, además, las cámaras y federaciones como FEBA, por medio del trabajo público-privado, realizan gestiones institucionales como las que impulsaron la reapertura de las actividades pyme en distintas localidades”, añadió.
“El trabajo en red, la colaboración para alcanzar objetivos en común, y replicar experiencias exitosas es fundamental para superar la situación que estamos viviendo”, completó.
(InfomiBA)