Por Enrique Iommi, Director de Bahia Política
El 60 por ciento de los y las lectoras que votaron en la red social twitter de Bahía Política y se mostraron a favor de las ciclovías. Fue contundente y demuestra que el bahiense las quiere. Como todo, deben de ser perfectibles.
El centro de Bahía Blanca tiene 30 años de antigüedad. Tres largas e infructuosas (aunque para algunos muy beneficiosas) décadas en las que el “centro” de la ciudad fue siempre el mismo. Alsina y San Martín es claramente “la esquina” desde hace demasiado.
Pero primero, lo primero. Siendo nieto, sobrino e hijo de comerciantes céntricos tenemos que explicar algo. A no ser que tengas el “automac” al centro se compra caminando. No se ingresa a los locales con el auto. Para eso esta el Shopping.
A la fabrica de pastas no entran en auto. Van en el auto. Pero está claro que comenzamos a vender mucho más cuando la parada de colectivos copó la entrada. ¿Por qué?
Si bien mi abuelo peleaba para que la corran, fue mi padre, sangre joven, el que pidió que la dejen . El no poder estacionar permitió que la gente camine más por la zona. El flujo de ventas creció más del 30 por ciento en un año. Gente que no encontraba el lugar para estacionar, iba caminando. ¿Suerte? Sí. Porque nadie diseño eso. Salió de causalidad y no; no es un error, no fue casualidad. Es causalidad.
Los beneficios para los comerciantes de tener un centro peatonal son significativamente mayores. O es esto, o es veredas más anchas, cosa que la ciudad, por estructura no permite.
Ahora la gran pregunta:¿Quiénes eran los beneficiados de mantener el centro tal y cómo esta?
Los dueños de los locales, la grandes superficies y todo aquel que no sea “esclavo” de un alquiler fueron beneficiarios del esquema. ¿Por qué cambiarlo?
Si al centro lo convertimos en algo más grande, diseñado, los alquileres en la zona “caliente” pasarán a ser más baratos y la gente “de a pie” le dará más vida a la zona del hoy “macrocentro”.
Las ciclovías son muy importante en este esquema. No aun en la ciudad, pero claramente lo fueron en Buenos Aires, Vicente Lopez, Córdoba o Río y Barcelona para mirar afuera.
Así como logro transformarse Tomás Marisco, secretario que empuja las ciclovías, puede transformarse el centro dormido impulsado por comerciantes que “quieren ser mejores para la ciudad”. Marisco pasó de ser un funcionario con malas relaciones con parte de su propio esquema a ser una de las revelaciones de este nuevo esquema de Cambiemos en la ciudad.
Nota de remarque merece la inclusión en el nuevo centro que se debería de buscar. Veredas parejas, perspectiva de personas con discapacidad, pero sobre todo la voluntad y el compromiso para que las personas con discapacidad puedan moverse cómodamente y solas si quisieran por la ciudad y su centro.
Está claro que hoy una persona en silla de ruedas no puede moverse sola por la ciudad en varios puntos.
El centro de la ciudad puede y debe mejorar. La falta de compromiso tiene un tope y esta es una buena señal en otra dirección ¿Se podrá?