En la previa del segundo paro nacional contra el gobierno de Javier Milei, la Confederación General del Trabajo (CGT) local emitió un comunicado en el que sostuvo que “el Movimiento Obrero Organizado, en paz y con convicción, jamás va a claudicar en la defensa de sus representados y de una comunidad más justa, que premie a los que trabajan y castigue a quienes especulan y viven del esfuerzo ajeno. En búsqueda de un país productivo donde se valore el esfuerzo y no sean los mismos vivos de siempre los que se llevan los frutos de los argentinos”.
Los líderes sindicales Roberto Arcángel (Camioneros), Carlos de Boer (UOCRA) y Miguel Aolita (Empleados de Comercio) criticaron las acciones del gobierno, denunciando “la soberbia de quienes, por haber recibido la responsabilidad de la mayoría electoral en la última elección, creen que pueden hacer lo que quieran con el poder delegado”.
“Mañana paramos en un intento más de ser escuchados, entendiendo que no puede seguir cayendo el peso del ajuste sobre las espaldas de jubilados y trabajadores”, adelantaron
También señalaron la connivencia entre el gobierno y la élite política, así como la manipulación de las políticas laborales en beneficio de unos pocos. “Los discursos críticos de diputados seguidos de complacientes votos, no son ni más ni menos que el acuerdo, a espaldas de los argentinos, del gobierno con ese elenco estable de la política que tiene un decálogo de principios sumamente versátil, de acuerdo a los vientos que soplan y a los deseos de los empresarios más poderosos del país”, dijeron.
Los gremialistas manifestaron su rechazo a las políticas gubernamentales que promueven el “fraude laboral” y la precarización del empleo, así como la reducción de ingresos para jubilados y trabajadores.
“Los trabajadores queremos interlocutores válidos para una discusión seria, paritarias que nos permitan recuperar el poder adquisitivo de nuestros salarios, que el ajuste sea a la política y no a los trabajadores del estado, leyes que protejan a los trabajadores y no que los perjudiquen, un estado que funcione y no la destrucción del estado”, manifestaron.