Una multitud se acercó hasta el barrio porteño de Recoleta, donde vive la vicepresidenta Cristina Kirchner, para manifestarse tanto a favor como en contra de la acusación por corrupción que realizó este lunes ante los jueces el fiscal Diego Luciani.
La vicepresidenta definió a quienes manifestaron en su contra como “un grupo de energúmenos macristas” que son “muy violentos” y culpó a la policía porteña y al jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, de “agresión contra mi persona”.
“Lo único que le faltaba a Rodríguez Larreta para ser Macri: la policía de la ciudad reprimió con palos, gas pimienta y gases lacrimógenos a ciudadanos y ciudadanas que se acercaron a Juncal y Uruguay como muestra de apoyo frente a los insultos de un grupo de energúmenos macristas”, escribió.
Y agregó: “Jamás, ningún militante ni simpatizante de nuestro espacio político ha ido al domicilio de ningún dirigente macrista a insultarlos. Ni a la casa de Macri, ni a la de Rodríguez Larreta, ni a la de Bullrich o Vidal”.
“Son muy, pero muy violentos… y cuando son menos, la policía de Rodríguez Larreta se suma a la agresión contra mi persona. Nunca fueron ni serán democráticos”, finalizó en un nuevo hilo de tuits cerca de las 21 horas.
egún pudo corroborar PERFIL, al lugar se acercaron simpatizantes de la presidenta del Senado, y militantes de La Cámpora, en claro rechazo al pedido de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos. “Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”, entonaban.
Pero también se presentaron en el lugar personas que se mostraron a favor de dicho alegato, con banderas y pancartas que rezaban “Argentina sin Cristina”, “Dios los puede perdonar, la patria no”, entre otras.
Tal es así que, pasadas las 19 horas, en la zona de calles Juncal y Uruguay se organizó un cordón policial que separaba a los manifestantes a favor y en contra, para evitar que haya algún tipo de enfrentamiento entre los distintos posicionamientos.
Sin embargo, más tarde escaló la tensión y hubo incidentes entre manifestantes y la policía de la Ciudad de Buenos Aires que custiodaba la zona, que tiró gases lacrimógenos.
Adrián Grana, diputado provincial del Frente de Todos, fue detenido por efectivos policiales: “La policía en vez de desalojar a los que agreden, nos agrede a nosotros”, dijo al móvil del canal IP mientras los uniformados lo subían a una camioneta de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
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