La crisis económica y social que atraviesa la Argentina ha tenido un impacto devastador en el mercado laboral, reflejándose en cifras alarmantes sobre despidos y reducción de empleo desde que asumió la presidencia Javier Milei.
El plan de ajuste a como dé lugar dejó a las empresas obligadas a reducir personal de una manera inédita. Así, los despidos en el sector privado sólo se comparan con la crisis de 2001.
Según estadísticas recientes de diversas consultoras, Argentina ha tenido una disminución significativa en el número de puestos de trabajo durante el primer semestre del año.
La recesión económica, profundizada por crisis políticas recurrentes y una inflación descontrolada, ha llevado a una situación donde casi 7 de cada 10 empresas se han visto obligadas a reducir su personal.
Este fenómeno está impulsado por una combinación compleja de factores que incluyen la necesidad de reducir costos operativos, la crisis socioeconómica generalizada y las dificultades crecientes de algunos sectores para poder sostener un desempeño eficaz.
Un informe reciente de la consultora Búmeran sobre salarios y empleo concluyó que “en casi 7 de cada 10 empresas hubo despidos en el primer semestre”.
“El 65 por ciento de los especialistas en recursos humanos reporta haber realizado despidos en lo que va del año”, sostiene el informe Salarios y Contrataciones.
Los datos de la agencia muestran que el 50 por ciento de los consultados “despidió entre el 10 y 30 por ciento del personal en el primer semestre”. En su mayoría, “buscaron reducir costos”.
Según el estudio, un 35% de estos despidos se debe directamente a la crisis socioeconómica en curso. Mientras tanto, un 40% adicional está vinculado a un rendimiento que no alcanza a cubrir las funciones laborales (que, a causa de la reducción del empleo, son cada vez mayores). Estos números subrayan la presión que enfrentan las empresas para ajustar sus operaciones a un entorno económico adverso.
Las proyecciones, pesimistas
Las proyecciones para la segunda mitad del año no son alentadoras. Se estima que el 30% de las empresas planea realizar nuevos recortes de personal, mientras que el 48% prevé, como mucho, mantener sus niveles actuales de empleo.
Solo el 22% de las empresas expresa planes de aumentar su plantilla de trabajadores en el corto plazo. Esta tendencia sugiere que la situación podría seguir deteriorándose si no se implementan medidas eficaces para estabilizar la economía.
En cuanto a los salarios, la situación es igualmente preocupante. Con una inflación interanual que ha alcanzado el 270%, el 60% de las empresas aseguran que aumentarán los sueldos de sus empleados. Sin embargo, solo un 9% de las firmas que prevén mejorar los salarios de sus trabajadores tiene en carpeta ofrecer aumentos reales, es decir, que recuperen poder adquisitivo en relación con la inflación.
En cambio, la gran mayoría (el 72%) solo planea ajustar los salarios en función del índice inflacionario. Estos ajustes reflejan la dificultad de las empresas para equilibrar el impacto de la inflación en los ingresos de los trabajadores mientras intentan mantener su estabilidad financiera.
El actual gobierno libertario ha implementado una serie de medidas destinadas a mitigar los efectos de esta crisis, con el impulso de una reforma laboral y diversas desregulaciones de la mano de Federico Sturzenegger, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, pero hasta ahora los resultados no aparecieron: muchos sectores continúan mostrando signos de deterioro.
Desde una perspectiva económica, los expertos economistas señalan que la recuperación del empleo dependerá en gran medida de la implementación de políticas públicas más robustas y de la creación de un entorno macroeconómico estable que fomente la inversión y el crecimiento empresarial.
La incertidumbre política y las fluctuaciones en los mercados internacionales también juegan un papel crucial en la configuración del panorama laboral.
Otro análisis sugiere que a medida que Argentina lucha por salir de la recesión y restaurar la estabilidad económica, revitalizar el mercado laboral se presenta como una prioridad urgente.
Fuente: La Nueva.