El Gobierno de Alberto Fernández decidió prorrogar el DNU de restricciones, que fue divulgado en el Boletín Oficia el 1 de mayo, por cuatro semanas más. Dicha renovación entrará en vigencia a partir del sábado 10 de julio.
A través del Decreto 287, que ponía en práctica el uso del semáforo epidemiológico, se habían establecido una clasificación dividida en cuatro fases sanitarias: zonas de bajo riesgo epidemiológico, de riesgo medio, de alto riesgo y de alarma.
De acuerdo con lo expuesto por la normativa, aquellas zonas que se encuentren en alarma epidemiológica deberán tener restringida la circulación nocturna, prohibir las reuniones sociales y suspender las clases presenciales.
Por otro lado, la administración Fernández evalúa modificaciones al cupo diario de 600 argentinos habilitados para ingresar al país provenientes del exterior, con la decisión de sumar “vuelos de excepción”. En este tema, las medidas se encuentran vigentes hasta este viernes inclusive.
Las opciones que se manejan apuntan a ir aumentando el número de personas en condiciones de ingresar de forma paulatina y cronológica. De esta manera, la flexibilización inicial llevaría a 800 ingresos diarios. El objetivo, en la semana siguiente y siempre teniendo en cuenta las condiciones sanitarias, sería llevar el cupo a 1.000 personas por día.
En ese marco, puntualizaron que para establecer la correspondientes excepciones, se irá “viendo caso a caso”, y ampliaron sobre su postura en torno a la quita del cupo: “Piden abrir vuelos para que vengan 40 mil personas que pueden infectar a 44 millones”.
La discusión respecto de si mantener la cuota de argentinos que regresan del exterior se produce en momentos en que el Ministerio de Salud de la Nación informó en la tarde del jueves 8 de julio el aislamiento de dos nuevos casos de la variante Delta.
Fuentes cercanas al jefe de Estado consideraron que el aumento en el acatamiento de la cuarentena obligatoria, que deben realizar quienes regresan del exterior, se debe a que “se puede controlar mejor porque son menos los que están viajando”.
En una Decisión Administrativa (DA) de la Jefatura de Gabinete, el Ejecutivo nacional estableció el pasado 26 de junio el límite de 600 personas por día para los ingresos a la Argentina con el objetivo de “minimizar el riesgo y retrasar el ingreso de la variante Delta”.
Previo a que se firmara la DA, se permitía un ingreso diario de hasta 2.000 personas. Cada uno de los pasajeros que habían viajado, solo podían abordar el vuelo con rumbo al país con un PCR de resultado negativo hasta 72 horas previas al embarque.
En ese marco, puntualizaron que “los próximos meses son claves para avanzar con la Campaña Nacional de Vacunación”, y “sostener” las aperturas de actividades que se lograron hasta el momento y que continúan siendo analizadas día tras días.
(Perfil)