Revitalizando un debate eterno, Carlos Pagni, editorialista del diario La Nación, realizó una explicación de las razones históricas por las cuales la Provincia de Buenos Aires continúa sometida a los designios del estado nacional, cuyo predominio lo enmarcó en la política porteña. Y para darle razones a esta realidad aún concreta, se remontó a la disputa entre lo que fue la novedad de la ciudad de Buenos Aires como capital del país en 1880, y el entonces legislador provincial Leandro N. Alem, uno de los únicos tres legisladores que se opuso a que la provincia le otorgue la ciudad a la nación, descabezándola.
Estas explicaciones del periodista se dieron en un extenso reportaje al que fue sorprendentemente invitado en el ciclo “El Método” de Tomás Rebord, que se emite por canales online con entrevistas, por lo general a personajes más ligados al oficialismo o al campo “nacional y popular”, pero que en esta oportunidad, casi como emulando a nivel periodístico a la reunión entre CFK y Carlos Melconian, produjo un interesante diálogo con un personaje a quien siempre se lo ha ligado al establishment político y económico argentino.
Carlos Pagni, tal vez el mejor cuadro intelectual de la derecha periodística de la actualidad (él mismo se definió con esa ubicación ideológica remitiendo a sus épocas pasadas de Ámbito Financiero como “guerrillero de derecha”), se adentró en una minuciosa e histórica descripción de cual es el origen por el que los gobernadores y candidatos a ese puesto en la provincia de Buenos Aires son en su casi exclusiva mayoría de origen porteño y no bonaerense, como sería natural.
Excluyendo a Eduardo Duhalde como el único mandatario provincial que realmente provino del territorio (aunque señalándolo como una especie de “barón del conurbano”), Carlos Pagni reseñó desde 1880 a la fecha la inviabilidad de la autonomía provincial por verse siempre sometida al yugo de la Capital, desde que ese territorio le fuera arrancado a la provincia, y cuyo “botín” todavía sigue estando constituido por el conurbano, al cual definió como el territorio en disputa para conseguir gobernar el país entero.
“En noviembre de 1880 la provincia de Buenos Aires debe ceder con una ley su ciudad capital. Y hay varios días con noches enteras de sesiones en la legislatura de la provincia de Buenos Aires, en donde todos votan a favor de Roca menos tres diputados, uno de los cuales era Leandro Alem”, inició su didáctica explicación el editorialista de La Nación.
“Allí Alem fija la interpretación de lo que está pasando. Y dice: ‘Sin su capital la provincia de Buenos Aires va a carecer por siempre de agenda política. Lo único que va a crecer ahora son los suburbios de esta ciudad de Buenos Aires”, diría según cita Carlos Pagni, el luego fundador de la Unión Cívica Radical de manera cuasi profética pre imaginando lo que medio siglo más tarde sería el conurbano.
ESE MISMO PROBLEMA 140 AÑOS DESPUES
En su explicación, frente a la atenta mirada del periodista Tomás Rebord, Pagni traza un paralelismo asombroso con la actualidad, saltando desde aquel lejano 1880 al presente, durante el siglo 21.
“Ahora, cuando ves que Kicillof es porteño, que Santilli es porteño, que Ritondo es porteño, qué un bonaerense que quería correr se tuvo que venir a la capital porque en la provincia no podía correr, como Jorge Macri. Y te puedo decir más: Que Vidal es porteña, que Ruckauf es porteño, que Scioli es porteño, que Felipe Solá es porteño”, siguió enumerando el periodista, como prueba de la continua centralidad del comando bonaerense por parte de referentes de origen ajeno al territorio y surgidos de la Capital Federal.
Luego hizo Carlos Pagni la única salvedad cuando especificó: “El único que se recorta es Duhalde, porque yo creo que hay en Duhalde esto de restituir el poder de la provincia tomando el estado nacional que es lo que hizo en el 2001, y armando una alianza nación-provincia, que es la que hoy gobierna. Si mirás esto, lo que dijo Alem era cierto”.
Para abonar esta teoría de la falta de autonomía y poder de quienes comandan los destinos de la provincia de Buenos Aires, Carlos Pagni preguntó: “Decime como evaluar a un gobernador de la provincia de Buenos Aires. ¿La gobernación de Kicillof (en serio te pregunto) es buena o es mala? . ¿La de Vidal fue buena o mala?… qué sé yo, no se. Ni se que palancas tiene, frente a un intendente o frente al gobierno nacional”, graficó frente a los últimos dos mandatos del ejecutivo provincial, uno aún en curso.
Ya para finalizar su explicación, Pagni se sumergió en lo que considera el eje central, ya no de la gobernabilidad bonaerense, sino nacional: el conurbano.
A este respecto expresó: “De esto viene la creación de un sujeto que no tiene gobierno, que es el conurbano, que va adquiriendo un peso cada vez más importante. La obsesión de Kirchner fue el conurbano, la obsesión de Cristina es el conurbano”.
En relación a los subsidios por la energía y el transporte, Carlos Pagni elaboró una teoría que complejiza el tema de los famosos recursos injustos que la provincia siempre reclama como menores a los que aporta al estado nacional por la ley de coparticipación: “Si vos mirás los recursos que reciben los bonaerenses, no la provincia como estado, sino los bonaerenses… es una ponchada de plata”, afirma para luego diferenciar. “Pero se las da el estado nacional, para que no se constituya un estado bonaerense. Por vía de coparticipación la provincia de Buenos Aires recibe mucho menos de lo que debe recibir, pero los bonaerenses en beneficios del Estado nacional, en subsidios del Estado nacional, reciben mucho más que los políticos del estado nacional… se lo ‘cobran’ políticamente” (puenteando a los gobernadores provinciales de Buenos Aires, aclara Rebord para despejar dudas).
“Porque no querés que el que está en La Plata ‘cobre’ (reciba el rédito político). Que es esta alianza entre conurbano y nación. Y el conurbano como campo de batalla”.
(Infocielo)