La mesa de Mirtha Legrand fue el escenario donde el sábado a la noche se dio un encuentro entre una dirigente política y un periodista que denunciaron que fueron víctimas de tareas de espionaje durante el gobierno de Mauricio Macri. Se trata de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y el periodista de La Nacion Hugo Alconada Mon.
Todo ocurrió el pasado sábado a la noche en la emisión de El Trece cuando el periodista fue consultado acerca de esas maniobras y recordó que comenzaron a espiarlo cuando publicó notas referidas a “la participación en sobornos de Ángelo Calcaterra, primo de Macri, y el virtual rol de (Gustavo) Arribas, titular de la AFI, en una serie de movimientos de dinero vinculados a operadores de Lavajato”.
Alconada Mon siguió con su relato y contó que tras la salida de las publicaciones comenzaron las tareas de espionaje en su contra. “En los mismos días que publicamos eso, ordenaron seguirme a mi. Incluso hay audios entre los espías en los que hablan de cómo intentan cazar a mis fuentes, identificar a quienes hablan conmigo”, manifestó el periodista en relación al modus operandi de los espías que tenía detrás.
Pero no todo estaba dicho todavía. Eso porque del otro lado de la mesa escuchaba con atención la líder de la Coalición Cívica, que desde hace tiempo insiste públicamente con que fue víctima de maniobras por parte de personas de su propio gobierno.
De hecho, semanas atrás había apuntado a la entonces ministra de Seguridad y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, por cambios en su custodia con el supuesto fin de espiarla.
Carrió: “Denuncié y cerraron la causa”
Pero ahora apuntó a la cúpula de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) del macrismo, integrada por Arribas y Silvia Majdalani, y también señaló al ex canciller Jorge Faurie.
“Yo que fui responsable de este Gobierno quiero decir que la Coalición Cívica impugnó y no votó a Majdalani en la Comisión Bicameral de Seguridad y no dimos el acuerdo en el Senado”, arrancó la ex diputada nacional.
De inmediato, Elisa Carrió contó que luego de la publicación de las notas a las que hizo referencia Alconada Mon presentó una serie de denuncias para que se investiguen los presuntos delitos. “Lo denuncié a Arribas y cerraron la causa”, afirmó.
En ese momento, lanzó: “Yo sufrí tanta persecución, son 30 años… pero nunca había venido por parte de sectores de mi propio Gobierno”.
Unos segundos más tarde, añadió: “Hay un caso bajo secreto de sumario porque no quiero comprometer a Juntos por el Cambio. Pero el daño a mi familia es irreparable. Fue el canciller (Jorge) Faurie parte de eso”.
Son poco más de cinco minutos en los que la conversación atraviesa la temática del espionaje y cala profundo en uno de los ejes más críticos del gobierno de Cambiemos. La sensible cuestión ya había sido puesta en la conversación pública semanas atrás cuando Facundo Manes pateó el tablero y acusó al macrismo de haber espiado a integrantes de su propio equipo de gobierno. Aquella vez, la reacción fue en bloque: la mayoría de los dirigentes duros del PRO salieron a cuestionar al diputado radical.
El oficialismo pide que se investigue
Ante semejante acusación, el oficialismo aprovechó y salió a manifestarse. De hecho, el presidente Alberto Fernández dijo que “un fiscal serio de la Nación debería investigar” los testimonios.
“Las mesas judiciales para perseguir a la principal referente opositora y la utilización de la AFIP para callar medios críticos hicieron del Gobierno de Macri el peor en términos institucionales desde el regreso de la democracia”, escribió el mandatario.
Se sumó, luego, la portavoz Gabriela Cerruti, quien dijo que “las denuncias (…) sobre la persecución y las amenazas que sufrieron durante el gobierno de Mauricio Macri son de una gravedad como no habíamos visto nunca en democracia”.
Vale recordar que si bien el presidente pidió que un fiscal investigue los testimonios, en el caso del periodista Alconada Mon ya hay un expediente que investigó la situación. Es el conocido como “Super Mario Bros”, en relación al nombre del grupo de chat que unía a los ex espías bajo sospecha.
Ese expediente se inició en un juzgado federal de Lomas de Zamora pero después de tironeos judiciales terminó en Comodoro Py: la Cámara Federal de Apelaciones dictaminó que esas maniobras fueron ejecutadas por “cuentapropistas”, dejando a un costado la responsabilidad de la cúpula de la AFI.
Por otra parte, en cuanto a mayores repercusiones, del lado del kirchnerismo, el diputado nacional Leopoldo Moreau recordó que “lo que dijeron Carrió y Alconada Mon nosotros lo venimos denunciando con pruebas irrefutables desde hace muchísimo tiempo. Ellos no hacen más que confirmar que en el Gobierno de Cambiemos se ejecutó un plan sistemático de espionaje ilegal y persecución política sin precedentes en la historia democrática de Argentina.
De todos modos, Moreau dijo que “podría decirse que Carrió tiene el Síndrome de Estocolmo” ya que “es víctima pero también victimaria porque ella utilizó informes de inteligencia ilegal que le llegaron a través de Bonadío y Stornelli”.
(www.perfil.com)