Con la mira puesta en las elecciones presidenciales, el Frente de Todos define la estrategia en el conurbano bonaerense en una cumbre que fue encabezada por el presidente del PJ de la provincia y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, el gobernador, Axel Kicillof, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro y su par de Economía y líder del Frente Renovador, Sergio Massa.
La reunión arrancó pasadas las 19 en Merlo, con la presencia de intendentes de la primera y la tercera sección electoral, pero con un gran ausente: el presidente, Alberto Fernández, que también es titular del PJ a nivel nacional.
Este escenario no es casual, ya que en los últimos días, el mandatario fue blanco de una feroz interna con el kirchnerismo duro, expuesta con las duras críticas que dejó trascender De Pedro a través de sus allegados, como anticipó TN, aunque luego el propio funcionario trató en público de bajarle el tono al conflicto.
Durante el encuentro, el primero en tomar la palabra fue el intendente de Merlo -que está de licencia-, Gustavo Menéndez. Luego hablaron Kicillof; el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, y por último Sergio Massa.
Además, en la reunión participaron dirigentes del PJ, Frente Renovador, Frente Grande y Nuevo Encuentro, quienes realizaron un diagnóstico de las administraciones de los intendentes, además de tratar los planes electorales para dar batalla en el principal bastión del peronismo.
“Hoy en Merlo compartimos un gran encuentro junto a referentes provinciales e intendentes de la Primera y Tercera Sección Electoral”, tuiteó el ministro de Interior tras finalizar la cumbre.
Interna al rojo vivo en el Frente de Todos
La cumbre del oficialismo en el conurbano bonaerense será en momentos de máxima tensión en el Frente de Todos, con fracturas expuestas entre el Presidente y el kirchnerismo duro. En los últimos días, desde el entorno de De Pedro transmitieron el fuerte enojo del funcionario con Alberto Fernández, al que acusaron de dejarlo afuera de la reunión con el presidente de Brasil, Lula da Silva, con referentes de organizaciones de derechos humanos durante la visita del mandatario a la Argentina. La versión que plantearon es que el Presidente omitió invitar al referente de La Cámpora porque “lo ve como un competidor” para las elecciones.
Alberto Fernández decidió no involucrarse en público en el conflicto y delegó esa tarea en funcionarios leales, como la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, que sugirió que quienes no están de acuerdo con el Presidente deberían renunciar.
Estos dichos derivaron en un fuerte cruce con la tropa cristinista, que acusó a la funcionaria de ser “antiperonista” por “atacar” a De Pedro.
Las aspiraciones de reelección de Alberto Fernández, detrás de la embestida de La Cámpora
Detrás del ataque de la organización K al Presidente se esconde además el anhelo del Presidente de ir por la reelección, lo que generó un gran enojo en las filas del kirchnerismo duro en momentos de advertencias por lo que denominan la “proscripción” de la vice, Cristina Kirchner, por la condena de la causa Vialidad, que la inhabilita de forma perpetua para ejercer cargos públicos.
Desde la organización encabezada por Máximo Kirchner le marcaron la cancha a Alberto Fernández: “Nadie puede mostrarse como candidato cuando Cristina Kirchner está proscripta”, anticipó TN. El jefe de Gabinete bonaerense e intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia, Martín Insaurralde, se encargó de bajar esta línea al recriminar en Twitter que “el peronismo no puede pensar en candidaturas hasta no romper la proscripción a Cristina Kirchner”.
(TN)