Las ciclovías de Bahía Blanca no paran de generar debate y una abrumadora mayoría piensa que debería haber algún cambio en tal sentido, ya sea a través de su erradicación o modificación. Según una encuesta realizada en la cuenta de Instagram de La Nueva. , el 50 % de los participantes opinó que las eliminaría porque “complican el tránsito”. Por otro lado, el 37 % dijo que las modificaría, mientras que sólo un 13 % consideró que deben mantenerse como están.
En total participaron 1217 personas, y las respuestas recogidas reflejan una amplia gama de críticas, sugerencias y propuestas de modificación. Entre las observaciones más frecuentes aparece el rechazo a la doble circulación, reclamos por la falta de señalización, asfalto en mal estado, problemas con el ancho disponible en algunas calles y la necesidad de mayor integración del sistema para que no se concentre solo en el centro de la ciudad.
Que vayan en el mismo sentido que las calles”, fue una de las frases más repetidas por los votantes, así como pedidos para sacar los conos y botones” o reducirlas a un solo carril en el sentido del tránsito vehicular“. También se señalaron calles específicas como Balboa, Parchappe y Darwin donde algunos vecinos consideran que las ciclovías generan más problemas que soluciones, incluso pidiendo semáforos específicos, principalmente para quienes vienen a contramano.
Una parte importante de los usuarios defendieron la existencia de ciclovías, pero reclamaron mejor señalización, limpieza, nivelación del pavimento y, sobre todo, educación vial tanto para ciclistas como automovilistas. Una ciclovía no es solo pintar la calle”, se quejó un participante. Otro agregó: “Que conecten mejor la ciudad y no solo el centro”.
A pesar de los cuestionamientos, aunque ínfimos, hubo también comentarios que valoraron la existencia de estos carriles, aunque como parte de una infraestructura que debe mejorar: “ampliaría, aún no hay conexión total”, señaló un usuario. Otro planteó que “la idea es buena, pero falta planificación”.
La encuesta, de carácter informal, expone una división evidente en la opinión pública sobre las ciclovías de la ciudad, que desde su primera implementación en 2016 los gobiernos locales no pueden zanjar la discusión.
Fuente: La Nueva.