Con una moderna y ambiciosa propuesta que incluye un reordenamiento integral de los espacios, la construcción de un Estadio Multipropósito, un gimnasio con modernas vistas en el acceso a Ángel Brunel —que invita a la interacción con la calle, con enormes placas vidriadas—, un quincho y una residencia para alojar a deportistas, el Club Estudiantes dio un paso más hacia la reconstrucción de la mítica Cancha 3, a nueve meses del tornado que azotó a Bahía Blanca y derrumbó este espacio por completo.
El Estadio Osvaldo Casanova fue el escenario elegido por la Comisión Directiva del albo para la esperada presentación, que contó con la presencia de figuras clave del ámbito público y privado, como el intendente Federico Susbielles y el empresario Pablo Díaz, de Fundación Pampa Energía quienes recibieron reconocimientos de manos del presidente del club, Federico Hiebaun, en el marco del programa “Clubes de pie”.
Antes del acto también estuvo presente Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía, quien se acercó hasta el club y recibió una camiseta como obsequio por su compromiso.
El primero en tomar la palabra fue Hiebaun, quien mencionó la mezcla de emociones de este día (el dolor por la pérdida y la alegría por el proyecto) y recordó el golpe emocional que causó la destrucción de la cancha tanto en los antiguos socios como en los deportistas más jóvenes e hizo hincapié en las dificultades logísticas que se presentaron tras el temporal.
“Fue muy doloroso. Nos sentíamos desamparados. Recuerdo esos primeros días de estupor, noches sin dormir, pensando en lo que podría haber sido si ese día no se hubieran suspendido las actividades. Estábamos tan agotados que parecía que no podíamos más. Pero fue en ese momento, en medio de la adversidad, cuando decidimos que teníamos que actuar”, rememoró.
“Y en medio de esa desesperación, ocurrió un pequeño milagro. Apenas unos días después de la catástrofe, la intendencia y la Fundación Pampa se comprometieron a ayudarnos a volver a poner de pie nuestro querido club.ese respaldo nos dio la fuerza necesaria para salir adelante”, sostuvo.
Por su parte, el arquitecto Juan Giovino, uno de los encargados del proyecto, emocionó con palabras que destacaron el impacto y la relevancia de la universidad pública como formadora de profesionales solidarios y comprometidos con su comunidad, y el rol de los clubes de barrio en nuestra sociedad.
“Para nosotros, como profesionales, es muy gratificante y emotivo poder devolver a la comunidad algo de lo que nos dio la universidad pública colaborando en este proyecto. Todo el equipo aquí presente se formó en la universidad pública”, dijo.
“Mi socio, el arquitecto Juan Olea, el arquitecto Manuel Morón, y quien les habla, somos egresados de la Universidad Nacional de La Plata. El ingeniero Enrique Gil es egresado de la Universidad del Sur y lleva 42 años de docencia en dicha institución, y Julieta Allende, nuestra colaboradora, es estudiante de la UNS, próxima a recibirse”, indicó, y se llevó el aplauso espontáneo de los allí reunidos.
En lo personal mencionó que participar del proyecto -lo hizo ad honorem- con su estudio Vagón Arquitectura y el apoyo de otros colegas fue doblemente emotivo ya que dos de sus hijos juegan en el club.
“Mateo lleva 15 años formando parte de esta gran familia mientras que Ítalo ya cumplió 4 años dentro del club. En todo este tiempo, uno se da cuenta de los valores y la formación que un club puede transmitir a los chicos, no solo desde el deporte, sino a través de sus profesores, entrenadores, dirigentes y amigos, con quienes generan vínculos y códigos que los acompañarán siempre. El club pasa a ser la CASA de los chicos para toda su vida”, agregó.
Luego, recorrió en imágenes la historia de la cancha para poner de relieve su importancia, tanto estructural como patrimonial y funcional, ya que allí, hasta el momento del derrumbe, se practicaban múltiples actividades deportivas. También proyectó un crudo video que resumía lo padecido en diciembre por la sociedad.
Enseguida presentó las etapas del proyecto que, al menos en la primera parte, cuenta con el apoyo económico de la Fundación Pampa Energía para su concreción. Finalmente, el ingeniero Enrique Gil mencionó los aspectos vinculados al diseño de la estructura de la nueva obra.
El arquitecto Juan Giovino, encargado del proyecto de reconstrucción de la Cancha 3 del Club Estudiantes, compartió los detalles detrás de la ambiciosa obra que busca transformar al club no solo en términos estructurales, sino también en su relación con la ciudad y su entorno.
“Nos pusimos a disposición de la comisión y empezamos a pensar dónde íbamos a ubicar las funciones que habíamos perdido: quincho, gimnasio, vestuarios, baños y salas de depósito”, explicó Giovino. Uno de los desafíos fue rediseñar las funciones complementarias, las cuales antes estaban adosadas a la medianera y carecían de iluminación y ventilación adecuada. Además, para acceder al quincho, era necesario atravesar la cancha de básquet.
La propuesta busca que el club sea lo más sustentable posible en términos económicos, aprovechando las nuevas funciones y dando otro espacio a las actividades complementarias.
“Decidimos ubicar estas actividades al frente de la calle Ángel Brunel, logrando que el club sea visible, a diferencia de antes, cuando solo había un paredón”, señaló Giovino.
Este cambio permitirá que la nueva cancha tenga una relación directa con la calle, creando un club más permeable al entorno urbano, donde las personas puedan pasar, ver las actividades y entrar.
Los baños y vestuarios de planta baja se ubicaron contra la medianera, mientras que el centro del espacio se liberó con vistas abiertas y vidriadas, conectadas con un gimnasio y el acceso.
En el segundo piso, donde se encuentra el quincho, se replicó esta disposición, ubicando los servicios y vestuarios sobre la medianera, mientras que el primer piso balconea sobre la cancha de básquet, con vistas hacia la calle.
“Uno de los aspectos más innovadores del diseño es la inclusión de 32 camas apiladas en camarotes con dimensiones reducidas, permitiendo que hasta 12 chicos de diferentes actividades puedan hospedarse en el club. Esta solución no solo genera mayor movimiento, sino que también abre la posibilidad de recibir jóvenes de la zona y generar ingresos para solventar gastos e impuestos mediante el alquiler de estas habitaciones a un precio módico”, dijo.
Por último, Giovino destacó la versatilidad de la cancha multipropósito, la cual podrá albergar dos canchas de entrenamiento de básquet, una cancha oficial, de handball, futsal, o incluso un concierto. “Las vigas están preparadas para colgar equipos de música o luces, con una pendiente hacia afuera para evitar filtraciones”, concluyó.
Con este diseño, el Club Estudiantes se encamina a ser un espacio no solo para el deporte, sino también para la comunidad, integrándose de manera más abierta y funcional a su entorno urbano.
Por su parte, Pablo Díaz, representante de Pampa Energía, recibió una placa de agradecimiento por parte del club y mencionó que la empresa acaba de inaugurar un parque eólico en nuestra ciudad con una inversión de 300 millones de dólares, y que presentó al intendente Susbielles dos grandes proyectos para la ciudad.
Asimismo, advirtió que si bien debe ser cauto con los anuncios debido a la situación económica del país y porque la Fundación destina fondos a muchas instituciones y causas sociales, con el Club Estudiantes existe una relación y un compromiso asumido desde el primer día en que se acercó a ofrecer apoyo.
Díaz comentó su angustia al enterarse del temporal y mencionó la cantidad de familias que Fundación Pampa acompaña con becas para sus hijos.
“Entre todas las empresas con las que estamos relacionados, llevamos puestos más de 1,3 millones de dólares en instancias sociales y educativas dentro de la comunidad. Pero lo principal es si tenemos relaciones humanas. Sentimos a todos aquellos que pueden llegar a contener a nuestros hijos como las entidades deportivas, son un sostén afectivo. Nos sentimos muy a gusto en Bahía. No sé si damos lo que podemos, pero sí que nos acercamos y ya empezamos con Tiro Federal y Estudiantes”, mencionó.
“Nos hicimos amigos con el presidente (Hiebaum), podemos debatir y sé que no es nada fácil… Hoy, estuvo el presidente de la corporación (Marcelo Mindlin) charlando con ambos presidentes y le agradezco a él de las reales posibilidades de reponernos de estas circunstancias. No me quiero comprometer (dijo entre aplausos y risas de los presentes), pero en uno o dos años, van a tener este proyecto hecho realidad”, se aventuró mientras en la cancha se hacían oír los aplausos.
El intendente Susbielles, por su parte, se remontó a los días en que ocurrió el fatídico temporal y confesó que trata de no mirar mucho las imágenes de aquel 16 de diciembre.
“Por esos días, había un montón de cosas para hacer. Pero, entre las más importantes, estaban los clubes y hablamos con las empresas, a las que les voy a estar agradecido eternamente. Porque, rápidamente, Pablo (Díaz) nos acompañó y hasta nos mirábamos con miedo de saber si realmente sería realidad”, expresó.
“Ahora mismo, estoy pisando el parquet de la Catedral del básquetbol argentino.Estudiantes tiene una ubicación privilegiada y alberga a todos los bahienses “, destacó el intendente, con un pasado basquetbolista.
Por último, reconoció el esfuerzo de la comisión directiva, los padres y quienes siempre están cerca.
“En unos años más, vamos a conseguir levantar la cancha 3. Felicito a las familias que siguen apostando al club, a la formación del chico, porque donde hay clubes más fuertes, hay mejor futuro”, concluyó y reafirmó el compromiso del Municipio para acompañar al Club Estudiantes en este renacimiento.
La Comisión invito también al legislador Marcelo Feliú a recibir un reconocimiento por su acompañamiento desde el primer momento e invaluable gestión. Una frase suya resumió gran parte del evento y coronó el cierre: “Los bahienses tenemos lo que hay que tener para cumplir los sueños”..
El acto contó con la conducción de los periodistas Mariano Ferracutti —quien compartió emocionado”me crié en el club”— y Florencia Albanesi, compañeros en esta dupla y en la vida. Mariano invitó a Flor a entonar “Levántate y Canta” (de César Isella y Héctor Negro), una canción representativa de este renacer del club, la cual cantó a cappella con una exquisita interpretación que conmovió a los presentes.
El evento cerró con un aplauso generalizado, mientras las autoridades recorrieron las instalaciones, participaron de un ágape y conversaron con las autoridades del club, quienes mostraron su agradecimiento y emoción por el futuro prometedor que aguarda a la Cancha 3.
El camino hacia la reconstrucción no fue fácil, pero este acto simboliza un paso firme hacia el renacer de un espacio que ha sido hogar de sueños, esfuerzos y victorias para generaciones de jóvenes deportistas.
Con la colaboración de todos los sectores, el Club Estudiantes está más cerca de volver a ofrecer ese segundo hogar, con la frente en alto por el trabajo realizado y el corazón siempre abierto a la comunidad, respetando y honrando las raíces que lo hicieron florecer y dar semejantes frutos a lo largo de su historia.
Fuente: La Nueva.