Quizás sea una de las secretarías que menos se mencione a nivel sindical, pero su importancia es trascendental, debido a que registra fehacientemente todas las situaciones o decisiones que se toman en un gremio.
Se trata de la secretaría de Administración y Actas, que en el STMBB está a cargo de Juan Pablo Schmidt.
En Juan Pablo recaen varias tareas, entre ellas plasmar en el libro diario cada reunión o actividad que se desarrolla, además de mantener actualizados los libros de delegados, de comisión directiva, de inventario, de memoria y balance y de asambleas, entre otros.
“Llegué al gremio de la mano de Miguel (Agüero) en 2012, cuando arrancó su primera gestión como secretario general. Inicialmente fui miembro de comisión directiva y en el segundo período fui secretario de Organización”, contó.
En éste momento en particular, Schmidt pasó a liderar una de las secretarías más importantes en el funcionamiento del gremio de los municipales.
“Trabajamos en conjunto con todas las demás secretarías, porque todo lo que se hace queda plasmado en actas”.
Explicó que todos los libros son aprobados por la secretaría de Trabajo.
“No son libros cualquiera, en los que se empieza a escribir de la nada, sino que requieren de distintos procedimientos para confeccionarlos. Tras ser rubricados y homologados por el Ministerio se plasma todo lo que sucede diariamente”.
“Eso requiere un trabajo importante, porque cada reunión de cada secretaría lleva su correspondiente acta. Lo mismo sucede cuando se realizan las negociaciones por paritarias. Todas las actividades del día a día del gremio se van a poder encontrar en estos libros”.
Simultáneamente, Schmidt actualiza los libros de delegados, de inventario, de memoria y balance y de asambleas.
“Son varios libros que se llevan simultáneamente”.
Y también, desde esta secretaría, se expiden las distintas notas al Ejecutivo municipal y provincial, así como al Concejo Deliberante.
“El trabajo es constante. No tengo tiempo para aburrirme”, bromeó Schmidt.
Más allá del avance de la tecnología, estos libros se desarrollan manualmente.
“Muchos contenidos quedan plasmados en una computadora y en estos libros”, explicó.
A su vez, son muchos los trámites que se realizan o la documentación a presentar ante la delegación local de la secretaría de Trabajo o bien en la propia sede de Buenos Aires.
“Como ser, cuando se hacen los llamados a asambleas, ya sean ordinarias o extraordinarias. También la asamblea anual de memoria y balance, la nómina de delegados, la vigencia de la personería gremial o la rúbrica del libro de afiliados, que se hace cada tres meses”.
“Todos los trámites tienen distintos plazos y hay que estar atentos para que no se venzan, porque el pedido de Miguel desde el primer día es tener al día toda la documentación. Y eso es un lindo desafío, porque nada se puede dejar para otro día”.
Precisamente, mantener actualizada la personería gremial es crucial para el funcionamiento del sindicato.
“La personería tiene una vigencia de 180 días, por lo que hay que tenerla constantemente actualizada ante la secretaría de Trabajo. Y se presenta ante organismos nacionales, provinciales o municipales. De hecho, para poder sentarse a negociar paritarias se requiere indefectiblemente la personería gremial actualizada y en vigencia”.
Para desarrollar todas estas labores administrativas, es clave la vocación.
“Me gusta muchísimo este trabajo. Requiere de mucha concentración y meticulosidad, porque ante cualquier duda que se genera, allí están las actas para aclarar cualquier tema”.
Schmidt también se encarga de la atención al afiliado.
“Aunque muchos trámites ya se hacen en forma virtual, disfruto de charlar con los que vienen a la sede, por ejemplo los que vienen a alquilar los quinchos del predio o las cabañas en el complejo de Sierra de la Ventana o a afiliarse. Allí aprovecho para realizar una explicación de todas las cosas qué se ocupa nuestra institución, ya que muchos compañeros desconocen. En pocas palabras, me gusta ser ese nexo afiliado-sindicato”, cerró.
Fuente: La Nueva.