Conecta con nosotros

Columnistas

El odio siempre son los otros

Publicado

en

*Por Patricia Bullrich 

Esa noche de agosto del 2020, varias decenas de agentes encapuchados allanaron la casa de Giovanni Urbaneja, en la localidad venezolana de San José de Guanipa. La acusación para proceder, vino de parte del alcalde Francisco Belisario, un chavista que no soporta las críticas ni los reclamos a su pésima gestión. El argumento respaldatorio, fue la Ley de Odio que Maduro aprobó en el 2017. Urbaneja sigue esperando los cargos en su contra.

El matrimonio Ortega-Murillo hizo aprobar en Nicaragua, en el año 2021, una Ley de odio que aplica cadena perpetua a quienes sean acusados, aunque la inclusión de la aberrante Ley en el Código Penal nicaragüense sigue sin tipificar los alcances de la norma. Terror, solo terror y simbología de escarmiento en el relato dictatorial del Poder.

Recuerdo aquí en la saga de la serie Vikingos, una de las escenas más violentas que relata la historia: “Entonces Einar Jarl fue hacia Hálfdan. Grabó un águila en su espalda, introduciendo una espada en la cavidad del pecho hasta la columna vertebral, cortó todas las costillas hasta las lumbares y sacó los pulmones a través del corte. Esa fue la muerte de Hálfdan”.

Aunque muchos estudiosos actuales de la cultura escandinava de la época ponen en duda la aplicación del método, ninguno duda de la intención que el relato buscaba: una reafirmación del escarmiento que el poder de entonces podía aplicar sobre quienes cometiesen crímenes severos contra el honor de la élite gobernante.

Probablemente hayan sido solo demostraciones públicas espectaculares para reafirmar, en una poética siniestra muy usada por entonces, la certeza de quiénes son los buenos y dónde radica el mal. Una Ley de odio no escrita, pero altamente eficaz para el disciplinamiento.

El poder vikingo, ¿tiene exegetas en el siglo 21?

Nuestro siglo nos propone múltiples desafíos, uno fundamental es abrazarnos con fuerzas a la Constitución Nacional y a la democracia. Quienes creemos en la democracia y trabajamos día a día por la Republica, no podemos equiparar la violencia al funcionamiento del sistema republicano. No vamos a permitir equidad entre la impunidad y el funcionamiento de la Justicia, no resignaremos los principios por los que hemos bregado desde la oposición, ni vamos a mirar para otro lado mientras el kirchnerismo busca someter al escarnio el accionar de la prensa, que debe trabajar en libertad.

No aceptaremos nunca que quienes no piensan como ellos, somos los profetas del odio. Nosotros respetamos los valores, porque creemos en una Argentina de trabajo, de mérito, de esfuerzo, un país donde el estudio sea la consigna para alcanzar las metas del progreso de los argentinos.

Para evitar sucumbir al canto de las actuales sirenas populistas que trazan una maniquea frontera entre ellos que se consideran el pueblo y el antipueblo, que, por definición, somos todos los demás.

Debemos comprometernos a defender la República y las instituciones que garantizan equidad y el trato igualitario frente a situaciones semejantes, juramentarnos a garantizar el funcionamiento de la división de poderes. En definitiva, lo opuesto al mensaje brutal de un senador de la Nación oficialista, ofreciendo canje de impunidad para garantizar la paz social.

Ya han quedado al descubierto muchas de las tácticas que el kirchnerismo ha manejado por veinte años. Ya muchos sectores saben que el plan social es pan para hoy y hambre e ignorancia para siempre.

Ahora que han sido descubiertos, vienen con la estrategia de victimización que esconde intentos de ley de odio y, claro, el odio siempre son los otros, o sea, nosotros.

Así es el populismo que el gobierno y sus seguidores encarnan, en sus peores versiones modernas, se asemeja al mito del águila de sangre, sin saber dónde trazar la línea entre realidad y ficción. Allí comienza el desastre que debemos evitar.

Si quienes formamos parte de esa porción mayoritaria de la sociedad argentina, que cree que la ley está por encima del poder, y no nos paralizan con el relato, las simulaciones o el teatro decadente de los últimos días, que ha dejado al descubierto sus practicas voraces, entonces lograremos, para beneficio de la democracia, avanzar en el cambio que requiere la argentina mostrándonos al mundo como un país donde no vale todo y el siga, siga no sea moneda corriente.

Es responsabilidad de los dirigentes ofrecer un rumbo, un camino sensato y decidido como herramienta indubitable para reafirmar la democracia.

Cada día estoy más firme en la convicción de saber que solo con el imperio de la ley y sin impunidad, habrá paz social. Yo estoy dispuesta y atenta para lograrlo.

 

Advertisement

Columnistas

Bahia Blanca y las alertas: ¿Le damos bola?

Publicado

en

Hay un antes y un después del 16 de diciembre de 2023. El temporal que azotó la ciudad y dejó el saldo luctoso de 13 personas marcó a cada uno de los bahienses.

Es importante destacar que las alertas se emiten para permitir a los vecinos tomar cuidados que nos permitan un resguardo de los acontecimientos climáticos.

Es que cada vez que sopla viento fuerte y en la ciudad es bastante normal, ahora nos tomamos la cabeza con suma precaución ¿Pero antes?

Según informes meteorológicos Bahía Blanca tuvo 15 alertas amarillas y dos alertas naranjas en 2023. Una de estas, la última fue la catástrofe.

Según el informe de PYP solo 2 personas de cada 10 toman recaudos en el pais con las alertas amarillas y los medios tienen mucho que ver.

“Es que muchas veces dicen que pasa y no pasa nada” fue una de las frases más escuchadas post temporal y de varios que tenían fiesta de egresados o encuentros que justificaron con esta frase para “No faltar”.

Los medios de información debemos de sostener que “cuando exista alerta la población deberá de resguardarse” y entender que 13 familias no volverán nunca más a ser las mismas.

 

Continue leyendo

Columnistas

¿Y los concejales? Bien, gracias

Publicado

en

No caben dudas que Bahía Blanca está viviendo un fin de año sumamente difícil, producto del trágico temporal que azotó a la ciudad días atrás.

Luego de lo acontecido, la Municipalidad e importantísimas entidades locales como la Unión Industrial, la Corporación del Comercio y grandes empresas multinacionales, entre otras, encabezaron, como bien definió el intendente Federico Susbielles durante estos días, la reconstrucción de la ciudad.

Sin embargo, parece que ciertos actores no han tenido mucho protagonismo a lo largo de estas semanas. Ante esto, uno se puede preguntar. ¿Y los concejales? Bien, gracias. Porque, a excepción del oficialismo, los ediles de la oposición brillaron por su ausencia.

Si bien durante la última sesión extraordinaria, aprobaron en el recinto la declaración de emergencia climática, económica, social y sanitaria en la ciudad o la creación en el ámbito del HCD de la Comisión de colaboración y seguimiento de la situación de emergencia en el Partida de Bahía Blanca, los hechos ocurridos hubiesen requerido un mayor compromiso y más aun siendo los representantes de los vecinos de la ciudad.

Pero claro, son “carguitos momentáneos” de cuatro años y el oneroso salario está garantizado.

 

Continue leyendo

Columnistas

El gran desafío de Milei: unir un país atravesado por el odio

Publicado

en

Pasaron las elecciones y ganó lo que eligió la mayoría. El nuevo presidente del País es Javier Milei. Lo que se quería proteger se vivió en su máxima expresión: Esto es democracia. No hubo siquiera el olor a fraude tan anunciado como la Muerte de Santiago Nassar.

Pero al margen de liderar un estado, el Presidente Milei tiene que liderar una nación que está quebrada.

No voy a ganar caracteres en explicar la diferencia entre Estado y Nación porque creo, a estas alturas, que todos entendemos que si el Estado Argentino está quebrado, la Nación está partida en dos fragmentos de igual tamaño.

Esos dos fragmentos no son el odio y el amor, no son los que tenemos razón y los que están delirando ni mucho menos los que se equivocaron votando antes o después.

El post elección en las redes se llenó de “ahora no se quejen”, “Ahora se van”, “Cuando esto explote”, “Que terminen todos en cana” o el peor de todos “si votaste a tal, no me hablés más”. La intolerancia en su máxima expresión.

La grieta de la que se habló durante muchos años está más vigente que nunca y el gran desafió del presidente es tratar de abrazar a quienes no lo votaron, conquistarlos, seducirlos, ser su presidente tanto como de quienes le confiaron el sufragio.

Hubo un enorme porcentaje de personas que votaron “en contra” de la educación arancelada, la salud paga y otros puntos de la Plataforma ganadora.
Pero fue mayor el porcentaje que eligió a una persona que significa en sus mentes un “basta” a los bolsos de Lopez, a los botes de Insaurralde, las fiestas de Olivos o los vacunatorios VIPS.

La tarea es buscar QUE nos une a todos los Argentinos. Buscar en QUE nos parecemos, CUÁLES son los valores que mejor nos representan y CÓMO lograr que quiénes hoy no se animan a expresarte para no romper relaciones lo puedan hacer.

Quizá sea muy ingenuo de mi parte, pero creo que el problema de los Argentinos es tanto social cómo lo económico.

Nadie duda del 50 porciento de compatriotas bajo la linea de la pobreza, que a muchos les cuesta llegar a fin de mes y que durante muchos años hay personajes que, independientemente de sus colores, se llevaron más de lo honoroso a sus bolsillos.

Pero no poder hablar, no poder tolerar al que piensa distinto. Contar hasta 10 en una reunión de amigos nos oprime también.

El gran desafió del presidente Milei no es rescatar el Estado Argentino. Es rescatar la Nación Argentina. Seré el primero en empujar, el primero en criticar y el primero en agradecer si logra hacerlo.

Continue leyendo

Trending