El presidente Alberto Fernández aseguró que “no hay ningún tipo de condicionamiento ni de miseria personal” en el trabajo conjunto que realiza el gobierno nacional, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Alberto Fernández volvió a lamentar hoy las muertes de pacientes infectados en las últimas semanas con Covid-19, le envió sus condolencias a los familiares y advirtió que “la tasa de letalidad promedio” en el país es similar a la del resto del mundo y se ubica en un “5 por ciento de los contagiados”.
El presidente Alberto Fernández criticó esta noche al anterior gobierno macrista porque sus funcionarios “se vanagloriaban de decir que no habían habilitado hospitales” que “estaban contruidos desde 2015”.
“Es muy loco lo que nos pasa. Después que hicieron eso vienen a explicarnos como se arregla…No quiero hablar del pasado pero me obligan a hacerlo”, sostuvo el Presidente. Fernández volvió a alertar hoy sobre la gravedad del coronavirus y el cuidado que debe haber en el retorno a determinados trabajos, al afirmar que “aunque uno abra una actividad” persiste el riesgo de contagio.
“Aunque uno abra una actividad, como los negocios de cercanía, hay que tener en cuenta que si uno tiene la posibilidad de salir debe saber que el mundo que lo rodea cambió y que aumentaron las posibilidades de contagio”, dijo Fernández.
El presidente Alberto Fernández advirtió a los argentinos que tengan en cuenta que no hay una “situación de normalidad en ningún lado” y les pidió que sean “muy cuidadosos” a la hora de realizar actividades por la presencia de coronavirus, más allá de que se hayan dispuesto ciertas aperturas de la cuarentena en el país, a excepción del AMBA, que “está muy lejos de lograr el objetivo” de que se dupliquen los casos de Covid-19 cada 25 días, en una entrevista con el canal C5N.
Fernández reivindicó los test rápidos que fueron donados al gobierno nacional para hacer las primeras pruebas de coronavirus, aseguró que “son muy buenos, sirven mucho” y agradeció a las empresas que los compraron para ayudar al país a contener el avance de la Covid-19.
“Cómo puede ser que estos empresarios queden salpicados como se lo está haciendo”, se preguntó el jefe de Estado sobre las versiones difundidas en cuanto a que los test no eran efectivos, y evaluó que los cuestionamientos surgieron de sectores que “pensaron” que había sido el gobierno el que había “comprado” esas pruebas.
El mandatario aseguró que el Ingreso Federal de Emergencia (IFE) será pagado una vez más y que la directora de la Anses, María Fernanda Raverta, está abocada a “ordenar” el sistema, donde será “ampliado el número de beneficiarios”, porque “hay mucha gente que no está registrada de ningún modo”.
Fernández advirtió que “los que hicieron el mayor desastre y ocultaron la basura debajo del sillón son los que ahora acusan” al gobierno nacional de “populista” y aseguró que “en esta instancia” de pandemia de coronavirus “no se puede aumentar nada”, en alusión a las tarifas de servicios públicos.
El presidente reiteró que no le van a “torcer el brazo” en la negociación de los pagos de deuda que “maltrate a los argentinos” y lamentó la existencia de cierto “sujeto interno que trabaja para los acreedores del exterior”.
Fernández destacó la “enorme” ayuda que el Papa Francisco dio “silenciosamente” a la Argentina en la negociación de la deuda con los acreedores externos y volvió a calificarlo como un “líder moral del mundo”. El mandatario insistió con que el gobierno nacional “no le propone perder” a los bonistas, “sino ganar menos” y advirtió que “en un mundo que paga cero”, Argentina ofrece a sus acreedores externos pagos a una “tasa promedio del 2 por ciento”.
Seguidamente afirmó que la Argentina no recibió aún ninguna “contrapropuesta” de parte de los bonistas, aseguró que el gobierno analizará una oferta que sea “sostenible” para el país y advirtió: “No somos unos necios, quisiéramos que el país no vaya al default”.
Telam