Tras concluir el período aislamiento por su regreso al país desde Europa, el expresidente Mauricio Macri hizo hoy su primera aparición en la campaña de Juntos por el Cambio para las PASO del 12 de septiembre próximo. El fundador de Pro se mostró en la Capital, el principal bastión opositor, junto a la precandidata a diputada nacional María Eugenia Vidal (Juntos podemos más), quien lidera la lista que confeccionó el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, para las próximas elecciones.
Antes de ingresar al Museo Fernández Blanco para la actividad proselitista, Macri les envió un mensaje a sus seguidores: pidió que los ciudadanos vayan a votar en las primarias. “Vengo a a decirle basta al atropello y a la mentira. Ante tanta tristeza lo que nos queda es transformar esta tristeza en sana rebeldía. Hay que ir a votar”, remarcó.
Durante los últimos días creció la preocupación en el comando de campaña de JxC por la eventual baja participación del electorado en las PASO, sobre todo después de los comicios en Salta, donde solo sufragó el 64% del padrón. Macri pidió además que el kirchnerismo “pare con la mentira”: “Entiendo que suena obsceno una elección en este momento, con tantos problemas acerca del futuro del trabajo, la inseguridad, el pésimo manejo de la pandemia y el abuso de poder de este gobierno, pero la herramienta que tenemos es ir a votar”, reiteró el expresidente.
Bajo un fuerte hermetismo, Macri y Vidal mantuvieron un encuentro con padres que habían reclamado la vuelta de las clases presenciales durante la pandemia. También estuvo la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña. Ayer, el fundador de Pro y la exgobernadora bonaerense se habían visto para coordinar su primera actividad conjunta en la campaña. “Están muy bien. Lo de provincia ya fue, ni lo hablaron”, apuntaron cerca del exmandatario. Quienes acompañan a Macri en el llano resaltan que el expresidente comprendió que el “real adversario” en estos comicios es el kirchnerismo. Por eso, apuntan, decidió dejar de lado “sus intereses personales” y no involucrarse en la interna.
Días atrás, Macri elogió ante sus allegados las últimas intervenciones mediáticas de Vidal, quien endureció sus críticas al kirchnerismo para contener al núcleo duro de Pro. En un sector del macrismo temen que Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos), rival de Vidal en la interna de JxC, o el economista liberal Javier Milei puedan capitalizar una fuga de votos de los sectores más extremistas de Pro en las PASO. “No vemos que haya un enojo con María Eugenia ni en los focus ni en la calle”, replican desde el larretismo.
A fines de junio, antes de su viaje a España y Suiza, Macri recibió a Vidal en la quinta Los Abrojos, refugio familiar del expresidente en Malvinas Argentinas, para hacer un último intento de convencerla de que compitiera en la provincia de Buenos Aires y no regresara a la Capital. Por los números que arrojaban las encuestas, el exmandatario estaba convencido de que Vidal era la mejor opción para enfrentar al kirchnerismo en el distrito más poblado del país. En la intimidad evaluaba que era posible un triunfo en la “madre de todas las batallas” si la exgobernadora se ponía en modo “leona”, como en la campaña de las legislativas de 2017, cuando Cambiemos derrotó al kirchnerismo, y daba la pelea electoral en Buenos Aires. “Si Vidal quiere ser presidenta, ¿por qué no quiere competir en la provincia?”, les dijo a sus asistentes.
Días antes de la cumbre con Vidal en Los Abrojos, Macri se mostraba resignado. Notaba que la exgobernadora no estaba convencida de volver al territorio bonaerense. “Ella es como yo. Si no lo sentimos, no lo podemos transmitir”, comentó en una reunión con su mesa chica.
Después de volver al país -permaneció varado un par de semanas en Zurich-, el expresidente retomó su agenda política y levantó el perfil mediático, en medio del escándalo que sacude al gobierno de Alberto Fernández por la filtración de las fotos y videos del festejo del cumpleaños de la primera dama Fabiola Yáñez en la quinta de Olivos, en plena cuarentena obligatoria por el coronavirus. “La foto de Olivos terminó de destruir el valor de la palabra y la autoridad moral del Presidente”, lanzó el exmandatario durante una extensa entrevista con el canal Todo Noticias.
(La Nación)