En noviembre de 2020 entró Ferraresi por Bielsa y la puerta giratoria no se cerró más. El club de los siete que siguen en sus ministerios desde 2019.
Silvina Batakis fue ministra de Economía apenas 24 días. Daniel Scioli juró al frente de Desarrollo Productivo 43 días antes de regresar a la embajada de Brasil por orden presidencial. Julián Domínguez estuvo al frente de Agroindustria 311 días. Las tres carteras fueron absorbidas por el aplanador desembarco plenipotenciario de Sergio Massa en el gabinete nacional.
Casi un mes se tomó Alberto Fernández para aplicar la cirugía mayor que la Liga de las provincias y hasta su mesa chica le pedían. No todos los comensales eran de la idea: Gustavo Béliz era de los pocos que seguía sosteniendo el sueño de un albertismo para 2023. Uno de los más asiduos visitantes a la Quinta de Olivos fue otro de los caídos este jueves de terremoto político. Su puesto en la Secretaría de Asuntos Estratégicos será ocupado por otra que debió mudarse por la llegada del tigrense: Mercedes Marcó del Pont deja la AFIP a cargo del cristinista Carlos Castagneto ante la atenta mirada del massista Guillermo Michel, que ya había llegado a la Aduana.
Albertistas de la primera hora como el canciller Santiago Cafiero y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, no compartía la misma idea. Ambos sobrevivieron a la purga. También, por ahora, Claudio Moroni: a pesar de las versiones, cerca del ministro de Trabajo negaron que haya presentado la renuncia. Con el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y la portavoz Gabriela Cerruti se completa el grupo de incondicionales que se mantiene.
“Fui muy generosa al permitir que el Presidente eligiera su gabinete”, fue el reproche público que le hizo Cristina Fernández de Kirchner en mayo, antes de sellar la última tregua con el jefe de Estado por la salida del dique de contención del poder albertista, Martín Guzmán. Fue la última pieza que sostenía el castillo de naipes. Por carta, fue la vicepresidenta la que ofreció el nombre de Juan Manzur por Cafiero para la Jefatura de Gabinete, si bien el tucumano no era de su paladar. A su vez, la mano derecha de Fernández ocupó la silla de otro funcionario, Felipe Solá, que se enteró en pleno vuelo de que sería reemplazado.
En orden cronológico, en noviembre de 2020, el primer recambio fue el arribo del entonces cristinista que amagó con el albertismo durante un tiempo, Jorge Ferraresi. Reemplazó a la saliente María Eugenia Bielsa, acusada de demoras en su gestión al frente del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat. En febrero de 2021, la entonces número dos de Salud, Carla Vizotti, sucedió al renunciante Ginés González García, eyectado por el escándalo del vacunatorio VIP.
Un mes después, en marzo, se viviría la primera salida 100% albertista: “agobiada”, como la describió el propio Fernández, se fue Marcela Losardo de Justicia e ingresó Martín Soria, más alineado con el pensamiento K en la materia que la exsocia del estudio jurídico del Presidente.
En pleno clima electoral seguirían los retoques: Sabina Frederic fue sucedida por Aníbal Fernández en Seguridad; Jaime Perczyk, en lugar de Nicolás Trotta en Educación; Juan Zabaleta en Desarrollo Social por Daniel Arroyo, que asumió como diputado; Domínguez por Luis Basterra en Agroindustria, el representante de los gobernadores en aquel primer gabinete, y, en Defensa, Jorge Taiana por Agustín Rossi, que hace poco volvió al Gobierno para sumarse al frente de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).
Por el fallecimiento de Mario Meoni, el exintendente de General Pinto Alexis Guerrera asumió en Transporte. Junto a Aysa, donde permanece Malena Galmarini, era el principal despacho que ostentaba el massismo.
Hay un club de los siete, seis ministros y una ministra, que permanecen desde aquel lejano 10 de diciembre de 2019: Moroni, Eduardo de Pedro (Interior),
Juan Cabandié (Ambiente), Matías Lammens (Turismo), Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Tristán Bauer (Cultura) y Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres, Géneros y Diversidad).
(www.letrap.com.ar)