El Gobierno Nacional tiene la decisión política de avanzar con la segmentación de subsidios a las tarifas de la energía, no sólo como un gesto político en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario (FMI), sino como la cuenta pendiente para ordenar los números internos y establecer un esquema de distribución de la ayuda más justo. La novedad, en este contexto, es que si bien se empezará en lo inmediato con la segmentación por los barrios más pudientes económicamente, hay propuestas alternativas para sumar progresivamente. Una especie de inicio global del recorte para luego entrar en una sintonía fina de las correcciones. Vale decir, por caso, que este inicio tiene que ver sólo con las tarifas del AMBA y no contempla otras regiones del país. La más importante de estas variantes complementarias y por estas horas muy debatida, es una diferenciación por ingresos.
RECORTES
“Hay que dar una señal y arrancar con lo que tenemos, y luego ir trabajando en otras vías que diferencien mejor quiénes pueden pagar y quiénes no”, contó un funcionario con despacho en la Casa Rosada. A priori, la segmentación dará inicio con el plan que salió de los entes reguladores hacia el Ministerio de Economía, para luego seguir con las otras variantes, una vez liquidado el trazo grueso. Naturalmente, aclaran en el Gobierno que una cosa es el aumento en las tarifas de luz y gas del 20 por ciento (por única vez en el año) que anunció el año pasado el Ejecutivo, y otra el recorte de subsidios: así, los que puedan, terminarán pagando ese 20 y algo más en concepto de recorte en la ayuda estatal.
¿QUIÉNES DEJAN DE RECIBIR SUBSIDIOS EN AMBA?
El plan del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE) girado a Economía distingue regiones con espaldas para pagar en la zona metropolitana, que concentra casi 4 de cada 10 usuarios residenciales de luz, bajo la distribuidoras Edenor y Edesur. En ese contexto, se midieron zonas con precios altos del metro cuadrado. Si bien no es lineal, en el Gobierno plantean que esa idea permite ver que, allí, no hay ni propietarios ni inquilinos de bajos ingresos que precisen subsidio. Se estima que en esa condición hay cerca de 500 mil usuarios en los barrios de Recoleta, Puerto Madero, Barrio Norte, Belgrano y algunas manzanas de Caballito y Villa Urquiza, entre otros sitios. En la provincia de Buenos Aires, en tanto, se empezará a descongelar subsidios por los barrios cerrados y countries.
Pero en el oficialismo entienden que la segunda etapa, la sintonía fina, debe alcanzar a tantos otros usuarios que no habitan en esos lugares pero sí tienen capacidad de pago. Hay en la Secretaría de Energía varias carpetas con alternativas de segmentación, que están siendo debatidas en todo el Gobierno, dado el alto voltaje político y las internas que generó la cuestión tarifaria.
INGRESOS, GASTOS Y CONSUMO DE ENERGÍA
Una de las variantes, según supo este diario, es perfeccionar el análisis de los ingresos poblacionales, que tienen un componente por regiones, pero no en la generalidad de los casos. El tema es espinoso porque el asunto es definir qué parámetro se toma para considerar que una persona tiene ingresos para pagar más. En primer lugar, existe un indicador de gastos mensuales que se deduce de los gastos de medicina prepaga, televisión por cable y plataformas premium, que permitiría ver capacidad de pago.
El otro punto son los ingresos netos y el capital puesto en bienes. Una corriente interna asegura que es una “segmentación posible y más justa”, pero la otra parte de la biblioteca apunta inconvenientes: por ejemplo, qué pasa con los propietarios que tienen una cantidad de propiedades que ponen en alquiler en zonas “no ricas”? En ese caso, puede ocurrir que esas viviendas no estén registradas o declaradas, o bien no estén a su nombre y sean de empresas. ¿Cómo se procedería allí? Son preguntas que están sobre la mesa del debate, al igual que la posibilidad de que el nivel de consumo sea otro de los parámetros para medir quién precisa y quién no el subsidio en ciertas zonas del país.
(PoliticaArgentina)