Carlos Bianco, jefe de Gabinete de Axel Kicillof, se refirió a las restricciones que se aplicarán a la nocturnidad y avisó que de empeorar la situación epidemiológica se evaluará aplicar una cuarentena más estricta.
En sintonía con las medidas anunciadas por Nación el domingo pasado, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires adhirió al teletrabajo en la administración pública y se aplicarán nuevas restricciones en 110 distritos. El Gabinete de Axel Kicillof sigue con atención el aumento de casos de COVID-19 y evalúa que si los contagios “siguen de manera explosiva” podría haber una vuelta a la Fase 1 de la cuarentena.
Sobre todo en los municipios del conurbano, pero también en otros distritos del interior donde se han registrado un aumento exponencial de casos, el Gobierno bonaerense instó a los intendentes que apliquen medidas para restringir la circulación durante la madrugada. En efecto, salvo las esenciales, no habrá actividades entre las 2 y las 6 de mañana.
Al respecto, el jefe de Gabinete provincial, Carlos Bianco, justificó que durante esa franja horaria “es muy difícil controlar los contagios”, debido a las actividades sociales en bares o fiestas clandestinas donde no se respeta las medidas de distanciamiento. “A las 2 de la mañana cierra todo, sino habrá una infracción”, advirtió el funcionario.
En diálogo con Romina Manguel -por A24-, ante la consulta sobre si la medida es demasiado leve considerando la gravedad de la realidad epidemiológica, con sarcasmo Bianco respondió: “Tendríamos que poner a un policía o a un fiscal al lado de cada persona”. “El año pasado no hicimos toque de queda, pero sí hubo un aislamiento muy duro y nos decían que coartábamos las libertades, ahora ponemos medidas, por lo pronto, no tan rígidas y nos dicen que son muy blandas… uno va calibrando de acuerdo a la situación”, declaró.
De no impactar estas decisiones en el número de contagios, el jefe de Gabinete bonaerense expresó que se está trabajando “en el restablecimiento eventual de la Fase 3″. Y si bien dijo que “todavía no creemos necesario anunciar medidas más restrictivas”, anticipó que “si el contagio sigue de manera explosiva, tampoco se descarta una Fase 1″.
“Ojalá no tengamos que llegar ahí”, aclaró Bianco, quien aseguró no temerle “al costo político”. “El año pasado tomamos medidas restrictivas, nos atacaron por todos lados, nos acusaron de hacer un gueto en Villa Azul… si lo que tenemos que hacer es cuidar a la población, no le tenemos miedo al costo político”, enfatizó.
“Ahora conocemos mucho más de la enfermedad y de sus tratamientos”, mencionó como un punto a favor para tomar decisiones, pero lamentó que la campaña de vacunación no avance como imaginaban meses atrás: “Preveíamos la llegada de 10 millones de vacunas entre enero y febrero, y se demoró bastante por los problemas que hay en todo el mundo”.
Más allá de la formalidad de aplicar a través de un decreto medidas restrictivas, su efectividad depende también del comportamiento social. Bianco lo sabe y en consonancia comentó que para Semana Santa “sugerimos, porque no nos queda otra, que las personas tengan el mayor cuidado posible”.
Tras el anuncio del Gobierno Nacional del fin de semana pasado, volvieron a quedar en evidencia las diferencias entre Provincia y Ciudad, que se despegó y no adhirió a las medidas recomendadas por el Ministerio de Salud. En ese sentido, Bianco explicó que tienen “estilos distintos” con el Ejecutivo porteño, pero que se mantiene el diálogo. “A mi me dicen que somos serios y duros, bueno estamos hablando de una pandemia, no estamos contando chistes en la televisión, son medidas totalmente antipáticas”, respondió sobre la comunicación realizada por el Gabinete de Kicillof.
“Ojalá no tengamos que hacer lo mismo que el año pasado, pero si tenemos que tomar medidas más duras lo vamos a hacer. No nos va a temblar el pulso”, insistió el funcionario, quien explicó que deberán “explicar mejor las cosas” para que la población entienda que “en determinado momento quizás nos tengamos que guardar un poquito más de lo que estamos ahora”.
La evolución de la pandemia y un nuevo cierre podrían generar más consecuencias económicas y por ende una profundización del índice de pobreza. En ese caso, las autoridades locales dependerán de la asistencia de Nación para mitigar el impacto. En ese sentido, Bianco concluyó que “llegado el caso, un nuevo IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) sería muy bienvenido”. “Veníamos de dos años de crisis económica y ni bien asumimos tuvimos que hacer el aislamiento”, argumentó sobre la crisis social paralela a la situación epidemiológica.