Axel Kicillof eligió a la senadora bonaerense Teresa García como su ministra de Gobierno, y será la encargada de la relación con los 135 intendentes de la provincia. La decisión de sumar a García al gabinete fue confirmada a LPO por fuentes del Senado bonaerense.
Pero antes de asumir su cargo, García será gobernadora por un día. Es que el lunes será elegida como vicepresidenta primera del Senado (tercer escalón en la línea de sucesión detrás del gobernador y el vice). Eso quiere decir que a las 0 horas del martes -con María Eugenia Vidal y Daniel Salvador con mandatos cumplidos- quedará al frente del gobierno bonaerense.
Se trata de un caso similar al de Federico Pinedo en 2015, cuando fue por unas horas presidente de la Nación. Así, García será gobernadora por unas horas hasta que sobre el mediodía le tome juramento a Verónica Magario y esta hará lo propio con Axel Kicillof.
García tiene línea directa con Cristina Kirchner y si bien no es parte del círculo chico de Kicillof es una de las referentes en quien el gobernador electo consultó desde que a principios de este año comenzó a recorrer la provincia.
La senadora cumplió un papel importante en los últimos dos años al frente del bloque de Unidad Ciudadana en el Senado bonaerense. Oriunda de San Isidro, comenzó a participar fuerte en política de la mano de la renovación peronista que encabezó Antonio Cafiero.
En 2005, ingresó a Cámara de Diputados nacional y renovó su banca en 2009 y 2013. Allí fue una de las “espadas” legislativas del kirchnerismo. Antes había sido legisladora provincial y también ocupó cargos ejecutivos en la provincia y la Nación.
Ahora será la encargada de mantener el vínculo con todos los intendentes de la provincia. Particularidades de la política, Teresa García asume esa tarea en momentos de fuerte tensión entre los intendentes peronistas y Kicillof. ¿El motivo? El escaso diálogo entre el gobernador electo y los alcaldes que apuntalaron su candidatura.
Según trascendió, el lunes García será ungida como vicepresidenta primera del Senado y mantendrá ese cargo aún cuando pida licencia para asumir en el Ejecutivo. Se trata de una jugada para mantener a raya a Magario y tener siempre a García a tiro por caso surjan diferencias en el gobierno.
Fuente: La Política Online