Roberto Ponce, secretario general adjunto de la UTA Bahía Blanca, contó esta mañana que existe una sospecha de que una de las unidades atacadas ayer, en el marco del paro nacional convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), pudo haber sido baleada.
“Fueron casi 20 unidades afectadas, todas con impacto de piedras. Hay una que los muchachos sospechan de que ha sido un disparo porque atravesó las dos ventanillas. Gracias a Dios las roturas fueron materiales y no hubo que lamentar ningún herido”, señaló.
En ese sentido, mencionó que “la Justicia ya citó a declarar a todos los compañeros que fueron agredidos, que estaban manejando las unidades” y detalló que la unidad que supuestamente fue baleada pertenece a Rastreadore Fournier. “No había nadie arriba del colectivo, el chofer estaba en la matera y sintió el impacto de la explosión de los vidrios”, contó.
En diálogo con Panorama, por LU2, Ponce relató que “hubo agresiones a colectivos en la cabeceras, que estaba detenidos, pero hubo uno que es el que más nos preocupó porque iban arriba más de 20 pasajeros y fue atacado. Gracias a Dios, sin consecuencias, solamente materiales”.
Al ser consultado sobre los posibles autores de los actos vandálicos, respondió que “no tengo la menor idea de dónde puede venir esto”.
“Nosotros tenemos una excelente relación con todos los compañeros de Bahía Blanca en lo que respecta a gremiales, con la CGT, con el bloque sindical… Ellos estaban en conocimiento de nuestra problemática para no adherir al paro. Nosotros estábamos en conciliación obligatoria lo que nos impedía parar, más allá de que la intención era adherirnos al paro”, detalló.
Y afirmó: “Sinceramente, no creo que venga de parte de los gremios ni de ningún tipo de represalia”.
En otro tramo de la entrevista, Ponce aclaró que el miércoles habían hablado, con las empresas y con el Municipio, de “tener cuidado”.
“Al primer ataque automáticamente llamamos a Fabián Lliteras –titular municipal de Tránsito y Transporte–. Él nos asesoró, nos dijo que ya estaban en conocimiento y que iban a mandar patrulleros a las cabeceras y a dar toda la seguridad posible. El Municipio se brindó rápidamente, pero los ataques continuaron en distintos lugares y la Policía no puede estar en todos lados”, completó.
Fuente: La Nueva.