Con el 60 % de la infraestructura del canal Maldonado destruida o en mal estado, según confirmó este jueves el gobernador Axel Kicillof en Bahía Blanca, desde la Provincia se están evaluando distintas alternativas para su reconstrucción y refuncionalización, con profesionales y especialistas de la ciudad.
Entre ellas se encuentra un rediseño del canal, el derribo de puentes ferroviarios y hasta la creación de nuevos canales de desagües.
Sin embargo, también reconocen que hoy corren contra el tiempo y que “no tenemos tiempo de esperar por el proyecto perfecto para empezar a trabajar; por eso estamos trabajando ya”.
Para ello, actualmente se están llevando a cabo diversas tareas para que “vuelva a desaguar en las condiciones que estaba” previo a la tormenta y posterior inundación.
“Esto implica remover escombros, destapar el canal y hacer trabajos por lo menos de puesta en funcionamiento y reparación. Todo esto está en curso -aseguró el gobernador en nuestra ciudad-. Estamos tratando de actuar con velocidad, pero también con responsabilidad y con seriedad para no generar más adelante más problemas de los que solucionamos”.
Entre estas cuestiones, ya se decidió demoler el puente ferroviario sobre calle Don Bosco -fuertemente golpeado por la inundación-, “que prestaba un servicio pero al mismo tiempo obstruía”, y se va a instalar un puente provisorio hasta que se haga uno definitivo que no frene el paso del agua.
La reparación de las losas del canal, algo que fue definido como “una cuestión estructural y muy costosa”, se va a iniciar ya calzadas al nuevo diseño del revestimiento. A esto se sumará la evaluación de distintos estudios hidrológicos para “proponer el mejor diseño que permita seguramente una primera etapa de ampliación, tanto del Maldonado como en la posta, y una respuesta rápida en términos de mejora de la cantidad de agua que transporta ese sistema”.
“Hay una visión integral: ya se está trabajando inicialmente en el diseño, y al mismo tiempo en los pliegos de reconstrucción de los nueve puentes. En cuanto a la reparación de las losas, también se está evaluando realizar un diseño recto y no cóncavo, además de elevar un poco las paredes circundantes para que tenga una mayor capacidad de transporte. En cuanto al arroyo Napostá, aparte de limpiar el cauce, deberemos reconstituir los terraplenes y las contenciones necesarias, y estamos evaluando la posibilidad de generar un cauce paralelo al entubado para que funcione como otro canal aliviador”, afirmó el intendente Federico Susbielles.
A todo esto, se suma la evaluación integral de los desagües de Ingeniero White como de General Daniel Cerri, “ya que quedó claro que ante los volúmenes de agua -que hubo durante la inundación-el escurrimiento era demasiado lento”.
Susbielles también aclaró que al declararse la emergencia en Bahía Blanca, hay tiempos vinculados a trámites, licitaciones y presentación de proyectos “que fueron simplificados para poder trabajar”.
“Es importante que también se trabaje con seriedad. Están todos los especialistas de la ciudad trabajando con el ministerio de Infraestructura y la subsecretaría Hidráulica, trabajando en esa intervención. La provincia de Buenos Aires y la ciudad no están pensando solamente en reconstituir lo que estaba, sino en preparar a la ciudad para fenómenos de precipitaciones de mayor volumen”, indicó.
Recorrida
En la tarde del jueves, Kicillof, junto a Susbielles y varios miembros de su gabinete, recorrieron algunos de los sectores más complicados de la ciudad luego de la inundación del 7 de marzo, además de las instalaciones del Hospital Interzonal Doctor José María Penna.
“Sabemos que la reconstrucción de Bahía Blanca va a llevar mucho tiempo, pero con las máquinas trabajando y el enorme esfuerzo de muchos sectores involucrados, la ciudad poco a poco se va acercando a una situación de más normalidad -sostuvo el gobernador-. Esta catástrofe nos demuestra que sin la presencia de un Estado presente, que llegue a cada uno de los rincones de la provincia, es imposible de resolver: necesitamos un Estado que proteja y que promueva y genere las obras necesarias para el desarrollo”.
Las obras se llevan a cabo en el marco del Plan de Reconstrucción Integral de Bahía Blanca que impulsa el ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos a través de una inversión de $ 192.000 millones.
En lo que respecta al hospital Penna, continúan los trabajos para la puesta en funcionamiento del sector más afectado, el subsuelo, donde se encuentran los servicios de guardia y emergencias, quirófano central, neonatología y laboratorio. El proyecto de refuncionalización cuenta con un plan de acción que incluye la ampliación del centro de salud y el reordenamiento de áreas críticas.
Fuente: La Nueva.