Fue en el marco de una reunión informativa de la comisión se Acción Social y Salud Pública, presidida por la diputada socialista Mónica Fein.
Al comienzo de la reunión, la diputada Fein informó que es la segunda reunión para evaluar distintos proyectos sobre la temática. “Haremos un mejor proyecto a partir de los aportes de los invitados, nuestro objetivo es llevarlo al recinto y sancionarlo cuanto antes”, sostuvo.
A través de un video, el médico Esteban Lifschitz, director científico de Hiris Care, expresó que “es necesario que Argentina tenga una agencia de Control porque se precisan herramientas que permitan tomar mejores decisiones sobre la cobertura de las tecnologías en general, la recomendación de medicamentos y el uso de dispositivos”.
Además, el doctor explicó que la evaluación “permite reducir incertidumbre y tratar de que no se incorporen al mercado muchas tecnologías flojas de papeles, también que defina las enfermedades prioritarias para la salud de la población, cuáles son las tecnologías que eventualmente podrían llegar a ser importantes para mejorar la salud de esa población y cuáles son los resultados que nos importan”, fundamentó.
En tanto, Enio José Garcia, jefe de asesores del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, consideró que “hay consenso respecto a la agencia de evaluación, tenemos que ponernos a tono con otros países de la región que la tienen”. “Está en la agenda la reforma del sistema de salud, la integración del sistema de salud, es un diagnóstico viejo que sigue vigente y todavía no logramos a dar una respuesta. Una normativa que vaya ordenando la fragmentación que hay en el sistema de salud. También la formación profesional, son temas centrales”, dijo.
El funcionario, asimismo, manifestó que “cuando discutimos la integración hablamos de tres puntos: gobierno; modelo de atención y cuidado y sistemas de información y esta ley es transversal a esas tres dimensiones, atiende a demandas que están atravesadas por estas tres cuestiones. La ley nos ayuda a ganar capacidad de gobierno en el sistema de salud y contribuye a analizar la tecnología en la necesidad y no solo la cuestión económica a protocolizar el uso de la tecnología”. A la vez, pidió “incorporar las instancias de participación social y control político”.
Por su parte, Hugo Magonza director general del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC), explicó “la agencia es sólo una herramienta de un plan nacional de salud, ese plan tiene una rectoría sino. Tiene que haber un plan rector”, enfatizó.
“Todo medicamento, tratamiento innovador al entrar al sistema es monopólico. No hay ninguna duda que tiene que haber un organismo que lidie con esta situación. Lo primera manera de lidiar es desde el conocimiento tecnológico porque estoy usando una herramienta de la medicina, después tiene que venir el control político y social”, aseveró.
Respecto al tema seguridad del paciente, Claudio Ortiz, subsecretario Calidad, Regulación y Fiscalización del Ministerio de Salud de la Nación, sostuvo que “hay un plan nacional de calidad y seguridad del paciente vigente. Hay instrumentos como es el de acciones para la seguridad e instrumentos de autoevaluación y un manual para ayudar a los equipos de salud a como podrían mejorar después de la autoevaluación y como medirse después de las mejoras. Tenemos todo el proceso disponible más un proceso muy fuerte de capacitación”.
Según indicó el funcionario, la capacitación es gratuita, autoadministrada, en calidad, en seguridad, en guía de práctica clínica, en simulación y “múltiples capacitaciones que se están realizando al conjunto del sistema de salud, al sector público y -a través del programa- de fortalecimiento de la calidad y seguridad al sector privado”. “Que la seguridad del paciente sea un tema de debate en un proyecto de ley nos parece central y nos toma, desde el ministerio de salud, con un montón de herramientas para ayudar al conjunto del sistema a trabajarlo”, aseguró.
La doctora Mariana Lichman, gerente de riesgo y calidad médica de Swiss Medical Group comentó que trabaja con 23 personas en todo el país “gestionando la seguridad del paciente y asesoramiento a abogados con una mirada presencial y asistencial. Es una realidad que requiere gestión y no equivocar el diagnóstico”, aseveró. Al mismo tiempo brindó cifras: Al menos 10% de los pacientes que egresan de una institución sufre un evento adverso, el 50% de esos eventos son evitable, infecciones, complicaciones quirúrgicas, eventos asociados a medicación y caídas son las primeras cuatro causas.
A continuación, Lichman definió seguridad del paciente como “el conjunto de estructuras y procesos de una organización que tiene por objetivo reducir al mínimo la probabilidad de eventos adversos resultantes de la exposición al proceso de atención médica y si éstos ocurren reduce el impacto en el paciente, su familia, y el equipo de salud”. Y a su vez, ponderó las seis líneas “trascendentales“ del proyecto: incluir la formación de seguridad en las carreras de grado y posgrado; cultura de la seguridad; recertificación profesional; estandarización de los indicadores institucionales mínimos; concepto de segundas víctimas y la necesidad de gestión adecuada; costo efectividad alto impacto económico que “afecta el presupuesto de salud”.
Participaron María Teresa Ithurburu, directora nacional de Calidad en Servicios de Salud y Regulación Sanitaria; Marcelo Pellizari, director departamento de Calidad y Seguridad del Paciente del Hospital Universitario Austral.
El empresario Martín Varsavsky, quien ha compartido cenas con el presidente Javier Milei, reveló en las redes sociales que el proyecto de reforma laboral en el que piensa en mandatario incluye jornadas de trabajo de 13 horas.
La revelación de Varsasvsky generó una fuerte polémica en las redes, por lo que el inversor intentó relativizar el dato: dijo que se trata de una propuesta opcional y negociable, no de una imposición.
A través de sus redes sociales, Varsavsky explicó que un borrador de reforma laboral que circula en el Gobierno, inspirado en el reciente “modelo griego”, contempla la posibilidad de extender la jornada hasta 13 horas, pero siempre de forma “negociable entre empleadores y empleados”.
“No es preciso afirmar que Javier Milei ‘quiere poner’ una jornada laboral obligatoria de 13 horas”, matizó el empresario. La propuesta, según detalló, se enmarcaría en un tope semanal de 60 horas y se podría aplicar un máximo de 37 días al año, con el objetivo de “optimizar la productividad”.
Parte de una reforma más amplia
Esta idea forma parte de un paquete de “modernización” laborMart´pin al más amplio que el propio Milei anunció el pasado 11 de octubre en San Nicolás. Dicha reforma, según los borradores que han trascendido, incluiría cambios drásticos como:
Eliminación de las indemnizaciones por despido, que serían reemplazadas por un fondo de cese laboral (similar al de la UOCRA).
Creación de un “banco de horas” para compensar las horas extra con tiempo libre en lugar de pagarlas.
Habilitación para firmar contratos en cualquier moneda, incluyendo dólares.
Flexibilización de las vacaciones, donde el empleador podría decidir los días y las fracciones en que se toman.
El Gobierno argumenta que estas medidas son necesarias para reducir la informalidad laboral, que afecta al 50% de los trabajadores, y para terminar con la “industria de los juicios”.
Alerta sindical y debate en redes
La sola mención de una jornada de 13 horas, aunque sea opcional, ya puso en alerta a los sindicatos como la CGT, que temen un retroceso en derechos laborales históricos. En las redes sociales, el tema se viralizó rápidamente, con miles de usuarios calificando la idea como un intento de imponer un “esclavismo moderno”.
Varsavsky insistió en que es solo “una idea en borrador, no una política confirmada ni forzada”, pero reconoció que está alineada con la agenda de mayor flexibilidad laboral que impulsa el gobierno libertario. El futuro de esta y otras propuestas se definirá en el Congreso, donde el oficialismo deberá negociar con la oposición y los gremios.
El candidato a diputado nacional por Proyecto Sur, Ricardo Alfonsín, cuestionó las intenciones del presidente Javier Milei en materia laboral y advirtió que detrás del discurso de “modernización” se esconde una reforma regresiva que busca debilitar derechos adquiridos de los trabajadores.
“Claro que hay que modernizar la legislación laboral. Pero no es eso lo que quiere Javier Milei. Lo que quiere Milei es retroceder a los tiempos en los que la relación entre capital y trabajo no solo era más injusta, sino también más autoritaria, que es muy distinto”, sostuvo Alfonsín en su cuenta de X (ex Twitter).
El dirigente radical subrayó que el enfoque del oficialismo apunta a favorecer al sector financiero y a las grandes empresas, en detrimento del trabajo y la producción. “Eso ya fracasó en el mundo. Prueben dejar de privilegiar al sector financiero y verán cómo se crea empleo de verdad”, enfatizó.
Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín, se mostró en reiteradas oportunidades crítico de las políticas económicas del actual Gobierno, al considerar que “la concentración económica y la desregulación indiscriminada” generan desigualdad y precarización.
En ese sentido, volvió a insistir en la necesidad de una modernización laboral consensuada, que promueva el empleo sin eliminar derechos. “No se trata de mirar hacia atrás ni de eliminar protecciones. Se trata de actualizar normas, pero con justicia social, diálogo y equilibrio entre las partes”, sostuvo en declaraciones recientes.
Las declaraciones de Alfonsín se producen en medio del debate sobre una posible reforma laboral impulsada por el Gobierno, que busca flexibilizar las condiciones de contratación, reducir las indemnizaciones y modificar convenios colectivos, medidas que encuentran fuerte resistencia de parte de los sindicatos y sectores de la oposición.
El presidente Javier Milei encabezó este sábado un acto de campaña en la localidad de Yerba Buena de la provincia de Tucumán y arengó a la militancia libertaria al asegurar que en las elecciones del 26 de octubre es “libertad o la esclavitud del kirchnerismo”.
“Es importante tomar conciencia del momento bisagra que estamos enfrentando. El próximo domingo, elegimos entre la civilización y la barbarie. Entre la libertad o la esclavitud que proponen los Kirchneristas”, sentenció Milei ante la militancia libertaria que se dio cita para respaldar la campaña.
Con un megáfono en la mano, el Presidente dijo que entiende que la sociedad está “atravesando un momento duro”, pero destacó que “nunca” planteó que “iba a ser fácil”.
“Hoy estamos a mitad de camino, por eso les pido que no aflojen. Hagamos que el esfuerzo valga la pena. Sigamos abrazando las ideas de la libertad”, pidió el mandatario.
Y resaltó los logros de su administración: “Sigamos apoyando este modelo que bajó la inflación, que sacó a 12 millones de argentinos de la pobreza, que sacó a 6 millones de argentinos de la indigencia”.
“Que terminó con los piquetes de 9000 por año a 0, que tenemos los índices de criminalidad más bajos de la historia y, sobre todo, que sacó a los narcotraficantes socios de los kirchneristas”, enumeró Milei.
Y cerró: “No nos quedemos a mitad de camino, porque la libertad avanza o la Argentina retrocede. Por eso les pido que sigamos abrazando este modelo, para que hagamos grande a la Argentina nuevamente”
Durante su visita a Tucumán, el jefe de Estado estuvo acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei y el candidato a diputado libertario de esa provincia, Federico Pelli.