La Cámara de Diputados aprobó este martes con modificaciones y devolvió al Senado el proyecto de ley de reforma del Impuesto de Bienes Personales, en una ajustada definición en la que el oficialismo obtuvo un voto más que la oposición -127 contra 126- y se impuso a la iniciativa impulsada por Juntos por el Cambio, por lo que volverá al Senado para ser tratado la próxima semana.
El Frente de Todos, con el respaldo del interbloque Provincias Unidas, de la Izquierda y de un diputado santacruceño de SER (Somos Energía para Renovar), consiguió 127 voluntades para modificar el texto sancionado por el Senado. En tanto, Juntos por el cambio, con el apoyo del interbloque Federal, los liberales y un diputado riojano de SER, sumaron 126.
Para que el resultado de la votación fuera tal, resultaron determinantes las ausencias de tres diputados de Juntos por el Cambio, una de ellas con diagnóstico de coronavirus detectado horas antes de la sesión.
El proyecto impulsado por el Frente de Todos eleva de 2 a 6 millones de pesos el monto mínimo no imponible a partir del cual se abonará el tributo, junto con un incremento en las alícuotas para los patrimonios superiores a 100 millones de pesos.
Ahora, el Senado podrá confirmar estos cambios o insistir con su propuesta original con una mayoría especial en la sesión que se concretaría el miércoles 29 de diciembre.
Desde el oficialismo sostienen que en la Cámara alta aceptarán los cambios introducidos por el FdT en Diputados.
La sesión comenzó a las 14.30, luego de que en la reunión de la comisión de Presupuesto, convocada a instancias de Juntos por el Cambio, el oficialismo consiguiera 25 firmas para que su dictamen se impusiera al de juntos por el Cambio, que reunió 24 rubricas.
Esa diferencia posibilitó al Frente de Todos que su dictamen sea el primero en la agenda de tratamiento, por lo que al ser aprobado por la Cámara dejó sin posibilidades de que se pusiera a consideración la propuesta de JxC de mantener el texto aprobado por el Senado.
Los cambios al proyecto votado en el Senado fueron propuestos por el presidente de la Comisión de Presupuesto, Carlos Heller, y por el legislador del FDT Itai Hagman en la breve reunión que precedió al inicio de la sesión, que se extendió desde las 13.20 hasta las 14.
Para habilitar el inicio de la sesión, Juntos por el Cambio, acompañado por el Interbloque Federal y los bloques de derecha reunieron 125 legisladores, con lo cual faltaban 4 diputados para completar el quórum reglamentario de 129.
Al alcanzar ese número, el presidente de la Cámara, Sergio Massa, anunció el ingreso de los representantes del FdT, lo que terminó de dar forma con creces al quórum.
Así, el ingreso de los diputados oficialistas fue clave para que se pudiera realizar la sesión que, paradójicamente, había sido solicitada por Juntos por el Cambio.
El empresario Martín Varsavsky, quien ha compartido cenas con el presidente Javier Milei, reveló en las redes sociales que el proyecto de reforma laboral en el que piensa en mandatario incluye jornadas de trabajo de 13 horas.
La revelación de Varsasvsky generó una fuerte polémica en las redes, por lo que el inversor intentó relativizar el dato: dijo que se trata de una propuesta opcional y negociable, no de una imposición.
A través de sus redes sociales, Varsavsky explicó que un borrador de reforma laboral que circula en el Gobierno, inspirado en el reciente “modelo griego”, contempla la posibilidad de extender la jornada hasta 13 horas, pero siempre de forma “negociable entre empleadores y empleados”.
“No es preciso afirmar que Javier Milei ‘quiere poner’ una jornada laboral obligatoria de 13 horas”, matizó el empresario. La propuesta, según detalló, se enmarcaría en un tope semanal de 60 horas y se podría aplicar un máximo de 37 días al año, con el objetivo de “optimizar la productividad”.
Parte de una reforma más amplia
Esta idea forma parte de un paquete de “modernización” laborMart´pin al más amplio que el propio Milei anunció el pasado 11 de octubre en San Nicolás. Dicha reforma, según los borradores que han trascendido, incluiría cambios drásticos como:
Eliminación de las indemnizaciones por despido, que serían reemplazadas por un fondo de cese laboral (similar al de la UOCRA).
Creación de un “banco de horas” para compensar las horas extra con tiempo libre en lugar de pagarlas.
Habilitación para firmar contratos en cualquier moneda, incluyendo dólares.
Flexibilización de las vacaciones, donde el empleador podría decidir los días y las fracciones en que se toman.
El Gobierno argumenta que estas medidas son necesarias para reducir la informalidad laboral, que afecta al 50% de los trabajadores, y para terminar con la “industria de los juicios”.
Alerta sindical y debate en redes
La sola mención de una jornada de 13 horas, aunque sea opcional, ya puso en alerta a los sindicatos como la CGT, que temen un retroceso en derechos laborales históricos. En las redes sociales, el tema se viralizó rápidamente, con miles de usuarios calificando la idea como un intento de imponer un “esclavismo moderno”.
Varsavsky insistió en que es solo “una idea en borrador, no una política confirmada ni forzada”, pero reconoció que está alineada con la agenda de mayor flexibilidad laboral que impulsa el gobierno libertario. El futuro de esta y otras propuestas se definirá en el Congreso, donde el oficialismo deberá negociar con la oposición y los gremios.
El candidato a diputado nacional por Proyecto Sur, Ricardo Alfonsín, cuestionó las intenciones del presidente Javier Milei en materia laboral y advirtió que detrás del discurso de “modernización” se esconde una reforma regresiva que busca debilitar derechos adquiridos de los trabajadores.
“Claro que hay que modernizar la legislación laboral. Pero no es eso lo que quiere Javier Milei. Lo que quiere Milei es retroceder a los tiempos en los que la relación entre capital y trabajo no solo era más injusta, sino también más autoritaria, que es muy distinto”, sostuvo Alfonsín en su cuenta de X (ex Twitter).
El dirigente radical subrayó que el enfoque del oficialismo apunta a favorecer al sector financiero y a las grandes empresas, en detrimento del trabajo y la producción. “Eso ya fracasó en el mundo. Prueben dejar de privilegiar al sector financiero y verán cómo se crea empleo de verdad”, enfatizó.
Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín, se mostró en reiteradas oportunidades crítico de las políticas económicas del actual Gobierno, al considerar que “la concentración económica y la desregulación indiscriminada” generan desigualdad y precarización.
En ese sentido, volvió a insistir en la necesidad de una modernización laboral consensuada, que promueva el empleo sin eliminar derechos. “No se trata de mirar hacia atrás ni de eliminar protecciones. Se trata de actualizar normas, pero con justicia social, diálogo y equilibrio entre las partes”, sostuvo en declaraciones recientes.
Las declaraciones de Alfonsín se producen en medio del debate sobre una posible reforma laboral impulsada por el Gobierno, que busca flexibilizar las condiciones de contratación, reducir las indemnizaciones y modificar convenios colectivos, medidas que encuentran fuerte resistencia de parte de los sindicatos y sectores de la oposición.
El presidente Javier Milei encabezó este sábado un acto de campaña en la localidad de Yerba Buena de la provincia de Tucumán y arengó a la militancia libertaria al asegurar que en las elecciones del 26 de octubre es “libertad o la esclavitud del kirchnerismo”.
“Es importante tomar conciencia del momento bisagra que estamos enfrentando. El próximo domingo, elegimos entre la civilización y la barbarie. Entre la libertad o la esclavitud que proponen los Kirchneristas”, sentenció Milei ante la militancia libertaria que se dio cita para respaldar la campaña.
Con un megáfono en la mano, el Presidente dijo que entiende que la sociedad está “atravesando un momento duro”, pero destacó que “nunca” planteó que “iba a ser fácil”.
“Hoy estamos a mitad de camino, por eso les pido que no aflojen. Hagamos que el esfuerzo valga la pena. Sigamos abrazando las ideas de la libertad”, pidió el mandatario.
Y resaltó los logros de su administración: “Sigamos apoyando este modelo que bajó la inflación, que sacó a 12 millones de argentinos de la pobreza, que sacó a 6 millones de argentinos de la indigencia”.
“Que terminó con los piquetes de 9000 por año a 0, que tenemos los índices de criminalidad más bajos de la historia y, sobre todo, que sacó a los narcotraficantes socios de los kirchneristas”, enumeró Milei.
Y cerró: “No nos quedemos a mitad de camino, porque la libertad avanza o la Argentina retrocede. Por eso les pido que sigamos abrazando este modelo, para que hagamos grande a la Argentina nuevamente”
Durante su visita a Tucumán, el jefe de Estado estuvo acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei y el candidato a diputado libertario de esa provincia, Federico Pelli.