Casi sin clases en las escuelas, sin bancos, reducida atención en hospitales públicos, tribunales y oficinas administrativas, el paro nacional que impulsa la Confederación General del Trabajo (CGT) de 36 horas comenzó al mediodía del miércoles y se profundizará este jueves. Aunque como el gremio de los colectiveros (UTA) confirmó que no se plegará a la medida de fuerza, el gobierno de Javier Milei confía que la protesta se vea fuertemente debilitada, pero el impacto en la provincia de Buenos Aires será significativo.
Los que quieran ir a trabajar este jueves contarán con medios de transporte. Sin embargo, los cuatro sindicatos ferroviarios, los metrodelegados del subte porteño y el Sindicato de Peones de Taxis confirmaron su adhesión. También se sumarán los doce gremios que integran el transporte aeronáutico. El tren, sobre todo en el Área Metropolitana, es clave para la movilización de los trabajadores.
La CGT, las dos CTA, partidos de izquierda y movimientos sociales se concentraron este miércoles en la Plaza de los Dos Congresos para manifestarse contra las políticas del gobierno nacional y respaldar los reclamos de los jubilados. La jornada transcurrió sin mayores incidentes, en el marco de un importante despliegue de seguridad que incluyó fuerzas federales y a la Policía de la Ciudad.
La protesta continuará con el paro general del jueves, el tercero desde la asunción de Milei, después de las huelgas de 24 de enero y el 9 de mayo del año pasado. En una publicación en sus redes sociales, la central obrera ratificó también que el “plan de lucha” continuará con una masiva movilización el 1° de mayo por el Día del Trabajador.
Poca actividad
En lo que respecta a los principales gremios estatales, Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) y Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se plegarán a la protesta. Por ello no habrá atención al público ni actividad en los organismos. UPCN tiene la capacidad de paralizar las áreas jerárquicas del Estado y los organismos públicos nacionales, mientras que la medida de ATE afecta el normal funcionamiento de hospitales públicos, municipios y escuelas.
En ese sentido, la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) confirmó su adhesión al igual que los otros gremios docentes de alcance nacional. Dentro de este sector se encuentra Suteba, con fuerte presencia en la provincia de Buenos Aires. Además, la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), el otro gremio mayoritario, y Udocba también serán de la partida del reclamo contra las políticas implementadas por Milei. En las escuelas privadas, dependerá de que el personal pueda llegar al establecimiento, aunque el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) se adhirió.
Además de los maestros, la actividad escolar se verá resentida porque muchos auxiliares y porteros están afiliados a gremios que paran, como ATE. También habrá clases parciales en las universidades públicas, ya que los gremios como la Conadu se suma a la protesta.
En el tema sanitario, los médicos enrolados en la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop) también pararán. Al tratarse de una actividad esencial, habrá atención parcial, con menos personal del habitual, con guardias mínimas para consultas espontáneas y urgencias.
En lo que respecta a los bancos, la Asociación Bancaria, el gremio que reúne a los empleados, adhiere a la medida de fuerza. No habrá atención en las entidades públicas y privadas de todo el país y solo se operará vía home banking.
Sin recolección de residuos ni transporte de cargas durante el jueves, atención parcial en estaciones de servicio y algunos comercios y locales gastronómicos cerrados, se espera que el paro tenga un impacto diferente en el AMBA y en el interior del país. (DIB) FD GML