El Gasoducto Néstor Kirchner no sufrirá atrasos en su obra: ese mensaje compartió este martes el secretario de Energía, Darío Martínez, luego de la renuncia clave de Antonio Pronsato, el funcionario a cargo de la unidad ejecutora del proyecto de parte de Energía Argentina (Enarsa).
En diálogo con Radio 10, Martínez remarcó que “la obra sigue avanzando en los plazos definidos” pese a la salida de Prosato, la cual sembró incertidumbre en cuanto a la realización a tiempo del gasoducto que le permitirá al país dejar de comprar Gas Natural Licuado (GNL) al exterior y, a futuro, comenzar a exportarlo.
“Quien tiene a su cargo la obra es Enarsa y yo estoy en contacto con Agustín Gerez (director de Enarsa)”, explicó el funcionario cuya secretaría trabaja bajo la órbita del Ministerio de Economía a cargo de Martín Guzmán.
“Hay un cuadro técnico que ha tomado una decisión, pero hay que seguir trabajando en los plazos estipulados”, sumó Martínez. Y agregó al respecto: “La política energética siempre es a mediano y largo plazo”.
GASODUCTO NÉSTOR KIRCHNER: LOS TIEMPOS DE LA OBRA
En esta línea, y pese a que la licitación de la obra en un principio estaba dispuesta para fines de abril, el secretario de Energía aseguró que los plazos se vienen cumpliendo tal como los planteó Enarsa y que esta semana finalmente se lanzará el llamado a licitación para el gasoducto.
Según pormenorizó el secretario de Energía, “ya se han adjudicado los caños” -583 kilómetros de caños de 36” y 76 kilómetros de caños de 30” a cargo de la Empresa SIAT del Grupo Techint- y también se hicieron los estudios de impacto ambiental. Así, “esta semana van a estar los pliegos de obra”, como adelantó Martínez.
“Es una obra importantísima y estratégica para la Argentina”, destacó el funcionario, agregando una crítica a la gestión anterior a cargo de Mauricio Macri: “Lamentamos que no se hizo porque no se pudo, no se quiso o no se supo”.
Respecto a la importancia de la obra, la cual unirá Vaca Muerta con la Provincia de Buenos Aires, permitirá a la Argentina “tener factibilidad de gas” y que “más parques industriales se radiquen donde se quieran radicar”.
Además, la importancia del Gasoducto Néstor Kirchner radica en el hecho de que esta obra permitirá a la Argentina “dejar de importar GNL en el mediano plazo, que hoy cuesta, en función de la guerra, entre u$s 25 y 30 por millón de BTU”.
Según proyectó Martínez, el gas argentino se producirá “a precios promedio de u$s 3,50”, se pagará en pesos y “generará trabajo argentino”. Además, a futuro se espera poder exportar GNL: “(El Gasoducto) va a resolver a futuro un problema estructural en nuestro país y la posibilidad de ser proveedores de gas en toda la región y, si se hace la planta de GNL, de todo el mundo también”, sumó Martínez.
AUMENTOS DE TARIFAS Y SEGMENTACIÓN: LAS DEFINICIONES DE MARTÍNEZ
Darío Martínez también fue consultado respecto a la segmentación de tarifas sobre la que trabaja la secretaría de Energía ante el aumento del valor de la electricidad y el gas, el cual comenzará a correr a partir de junio luego de que se definieran los incrementos en audiencias públicas y de que el Gobierno oficializara la medida que busca quitarle presión a los subsidios a la energía.
Sobre la segmentación que aún debe aplicarse, la cual le quitará los subsidios estatales al 10% de los usuarios con mayor poder adquisitivo, el funcionario adelantó que este fin de semana se publicará la resolución que estipula los detalles.
Finalmente, en cuanto al aumento de las tarifas de gas y luz que correrán a partir del 1° de junio, Martínez remarcó que estas subas no “evolucionarán por encima de la evolución de los salarios” debido a que el tope es de un 80% del coeficiente de variación salarial (CVS) del 2021.
En el caso del gas, el aumento para los usuarios residenciales sin tarifa social rondará entre el 18,55% y el 25%. Por su parte, la electricidad sufrirá un incremento del 16,53% para los usuarios con consumo promedio del Gran Buenos Aires, mientras que en el resto del país la suba no pasará ese porcentaje.
Por su parte, los beneficiarios de la Tarifa Social del Gran Buenos Aires sufrirán un aumento del 7,7% promedio en la electricidad, mientras que estos no verán ninguna suba en el servicio del gas.
(El Cronista)