Washington DC – ¿Cuándo llegan las vacunas y cuántas les van a dar a ustedes? Esa es la pregunta de moda en los círculos diplomáticos de Washington DC a partir del anuncio del gobierno de Joe Biden de que donará centenares de millones de vacunas a países de América Latina, África y Asia. Y en ese ambiente se desarrolla la gira de Sergio Massa por Estados Unidos, país con el que está conversando un sensible incremento de las dosis que recibirá Argentina.
“Va a ser más importante de lo que todos esperan, mucho más importante que los 25 millones a través del Covax”, aseguraron a Infobae fuentes al tanto del tema. Y en la semana que empieza puede haber novedades en cuanto a la aprobación en Argentina de las vacunas de Moderna y Johnson & Johnson, que forman parte del menú de donación de Estados Unidos. Pfizer sigue siendo, en cambio, un tema casi tabú, un asunto irresuelto.
El pedido de más vacunas para la Argentina fue trasladado por el presidente de la Cámara de Diputados a Juan Sebastián González, asesor de Biden y el hombre a cargo de América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca. Lo hizo en la noche del domingo durante una reunión de más de tres horas en la terraza del Hotel W, con una envidiable vista a la sede del gobierno estadounidense y al National Mall. Junto a él, el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, que viene trabajando intensamente en el tema.
El rol de Argüello fue y es clave: en los últimos días se reunió con González y con Gayle Smith, coordinadora global del covid-19 en el Departamento de Estado. A ambos les planteó lo mismo, la necesidad de que la cantidad de vacunas que recibe cada país se determine por situación epidemiológica, y no por nivel de ingreso.
Argüello parece estar teniendo éxito. Lo explicó la propia Smith días atrás: América Latina recibirá “25 millones de vacunas de un total de 80 millones, y después está (la donación de) 500 millones (…). Queremos una cobertura global, queremos ser capaces de enfocarnos en países donde la pandemia es fuerte o son considerados un ‘hot spot’, donde hay un riesgo real por la incidencia (del virus)”.
Que el criterio para la donación de vacunas sea sanitario y no en función del nivel de ingreso, permite a la Argentina aspirar a una llegada extra de dosis, no contemplada hasta hoy. Pero todo forma parte de una negociación global en curso, nada está cerrado aún.
Mientras Argüello sigue el tema, Massa se concentra en asuntos que le son más cercanos: la política pura. Y en sus primeros pasos en una ciudad a la que llegó el domingo, el líder del Frente Renovador sacó ya una conclusión importante: “Hay una enorme vocación de la política de Estados Unidos para colaborar con la situación de Argentina”.
Posteriormente, Massa se extendió en Twitter en la importancia que le adjudica a su paso por Washington y Nueva York: “Tender puentes y fortalecer los lazos bilaterales es fundamental para alcanzar las soluciones que Argentina necesita en temas claves para el presente y el futuro de nuestro país”.
El titular de la Cámara de Diputados ya sabe que hay una decisión de Washington de no obstaculizar los deseos de Buenos Aires de presidir el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Todo un cambio respecto del choque con el entonces presidente Donald Trump, que impuso al actual presidente del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), Mauricio Claver Carone, en detrimento de las aspiraciones de Gustavo Béliz.
Así, dentro de la delegación liderada por Massa, acompañado por el experto en política internacional Gustavo Pandiani, se insiste en que el gobierno de Biden ve en la Argentina -incluso en el peronismo- un poder pragmático y moderador que podría colaborar con Washington en una América Latina convulsa y en la que Estados Unidos se quedó casi sin interlocutores en los países de relieve.
Argentina, con todos sus problemas, es menos problemática que casi todo el resto de la región. Tras el affaire de “los mexicanos que vienen de los indios y los brasileños que vienen de la selva”, un test para esa ambición de ser actor preferente para Estados Unidos podría ser el de Nicaragua, donde el gobierno argentino pretende jugar un rol y el canciller Felipe Solá está activamente involucrado.
Tan cómo se está sintiendo Massa en Estados Unidos -y tanta importancia le está dando a la gira-, que extendió la visita un día más para quedarse jueves y viernes en Nueva York, donde al programa con el Congreso Judío Estadounidense (AJC), el Council of Americas y la reunión con el ex presidente Bill Clinton le sumará un encuentro con inversores y analistas en el consulado argentino.
Y en Washington, donde se quedará hasta el miércoles, ¿visitará Massa el FMI? Llamativamente, en su entorno dicen que no es necesario, que para eso está Sergio Chodos, representante argentino ante el organismo y partícipe en la reunión del domingo con González en la que se insistió en la teoría del gobierno de Alberto Fernández de que si el préstamo recibido en 2018 “fue político, la solución debe ser política”.
(Infobae)