Tras sellar la alianza en Provincia, Mauricio Macri cuestionó el reparto de candidaturas en CABA. “Quieren una posición totalmente dominante”, dijo sobre los libertarios
La alianza entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO en la provincia de Buenos Aires, anunciada hace apenas un mes con fotos de unidad y promesas de “un enemigo más fuerte contra el kirchnerismo”, ahora contrasta con el clima de tensión creciente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí, las negociaciones se empantanaron, y el propio Mauricio Macri reconoció este lunes que los libertarios “quieren tomar una posición totalmente dominante” en el armado de listas.
“Eso está fuera de discusión”, sostuvo el ex presidente al llegar a la sede partidaria de la calle Balcarce, donde encabeza desde las 11 una reunión clave del PRO para definir su estrategia electoral en CABA. La discusión gira en torno al reparto de lugares en las boletas y al riesgo de quedar subordinados a la estructura que lideran Karina y Javier Milei.
Macri insistió en que el PRO “siempre buscó ayudar a generar gobernabilidad”, pero reconoció que el resultado no fue el esperado. “No fue el nivel de gobernabilidad que necesitaba el país, por eso tenemos este nivel de riesgo país”, señaló.
El trasfondo de esta disputa se remonta a la diferencia de criterios entre los dos principales referentes del partido: mientras Mauricio Macri promueve una alianza nacional con Milei, su primo Jorge —jefe de Gobierno porteño— se inclina por reconstruir un armado opositor propio con radicales, la Coalición Cívica y referentes del Frente Federal que integran seis gobernadores.
En el PRO pesa también el recuerdo de las legislativas de mayo, donde la lista encabezada por Silvia Lospennato obtuvo apenas el 16% de los votos y terminó tercera, detrás de los libertarios y el peronismo. En octubre se renuevan 13 bancas de diputados nacionales por la Ciudad y 2 bancas en el Senado, lo que vuelve clave el armado de listas para los espacios que aspiran a conservar volumen político.
Según fuentes del partido, La Libertad Avanza ofrece al PRO dos lugares para diputados nacionales, siempre y cuando el espacio saque más del 12% de los votos. A cambio, exige encabezar la lista y no cede ninguno de los dos cargos en la Cámara alta. Mauricio Macri insiste en obtener al menos tres lugares en Diputados y un puesto en el Senado, pero Karina Milei mantiene firme su propuesta. Esa negativa —sumada a la falta de interlocución directa con el Presidente— acentuó el malestar dentro del PRO y reforzó las voces que impulsan competir por fuera, con un armado opositor más amplio, como el que se ensayó bajo el sello de Juntos por el Cambio.
“No es como en Provincia, donde el PRO jugando solo puede complicar a Kicillof. Acá Milei gana sin transpirar”, deslizó un dirigente libertario cercano a la negociación. Desde ese sector plantean que incluir al PRO solo engordaría innecesariamente la lista de LLA en la Ciudad, donde Patricia Bullrich liderará la boleta de senadores.
En paralelo, Jorge Macri se mantiene al margen de las tratativas con los libertarios. En el entorno del jefe de Gobierno recuerdan que el Presidente ni siquiera lo saludó en el Tedeum del 25 de mayo ni en la inauguración de La Rural. A eso se suma el antecedente de Antoni Gutiérrez-Rubí, el asesor catalán que trabajó para su campaña y que había sido apuntado por Milei como operador en su contra durante la elección presidencial de 2023.
Mientras tanto, en la Provincia de Buenos Aires, la unidad ya está cerrada. El 9 de julio, Karina Milei, Sebastián Pareja y Martín Menem encabezaron un acto junto a Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro para anunciar el nuevo frente electoral. “Nos sentimos cómodos yendo juntos”, dijo Ritondo, al confirmar que el PRO y LLA compartirían boleta para las legislativas bonaerenses.
Aunque desde ambos espacios intentan mostrar orden en público, el contraste entre las negociaciones es cada vez más evidente. Y en el medio, dos Macri enfrentan estrategias divergentes bajo una misma marca.