La estrechez financiera es aguda. En el gobierno bonaerense sacan cuentas para delinear una oferta salarial a estatales y docentes y están diseñando una hoja de ruta. La primera definición surge calcada de los deseos que viene expresando la Casa Rosada: en 2020 no habrá cláusula de ajuste automático por inflación de los salarios.
“Lo está planteando la Nación y vamos a seguir esa misma lógica”, adelantan en la administración de Axel Kicillof. La idea oficial es no meter presión sobre la inflación y acompañar el proceso diseñado por el ministro de Economía nacional Martín Guzmán para ir aplacando el incremento del costo de vida.
Por eso, es posible que la paritaria bonaerense tenga varias etapas. Es decir, que no haya una propuesta de arranque para todo el año sino que se vaya desarrollando en relación a la evolución inflacionaria. De hecho, mañana, cuando se concrete el primer encuentro negociador entre la Provincia y los gremios de estatales y docentes, la representación estatal no llevaría una oferta formal de aumento.
“Vamos a ir a escuchar los planteos de los sindicatos”, señalan con cautela en la Gobernación. La idea oficial es ir trabajando sobre algunas cuestiones que en principio no generen un impacto presupuestario fuerte. Los pases a planta permanente que vienen reclamando los gremios estatales, sería uno de ellos. También los ascensos, que están congelados hace casi cinco años cuando la ley de empleo público los establece cada dos años.
Existen al menos dos alternativas para ir llevando adelante la negociación durante 2020. Una, la posible propuesta de un aumento semestral. Otra, la alternativa de ir pagando sumas fijas cada dos meses.
¿MEJORA DIFERENCIAL?
A horas del arranque de la negociación, en el gobierno bonaerense admiten que no todos los trabajadores están parados en la misma plataforma.
Los docentes tuvieron en 2019 el beneficio de la cláusula de actualización automática por inflación. Y si bien se les postergó el pago del retroactivo de diciembre para el mes que viene, hace algunos días cobraron un 11,7 por ciento de aumento correspondiente al año pasado y también la devolución de los días de paro que les había descontado la gestión de María Eugenia Vidal.
Los empleados estatales, judiciales y del área de Salud, en cambio, sufrieron un fuerte deterioro salarial porque no lograron conseguir la mencionada cláusula gatillo. Afirman los gremios de esos sectores que quedaron cerca de 30 puntos por debajo de la inflación el año pasado.
Por eso, una de las opciones en danza, se admite, es que el bono de 4 mil pesos que la Nación dispuso con forma de adelanto de paritaria, no sea percibido por los maestros, sino por el resto de la administración, como forma de reconocer el retraso salarial que sufrió este sector.
“Es una posibilidad, pero no está definido”, señalan en la Gobernación.
Los gremios estatales, tal como viene informando este diario, están planteando que el gobierno de Kicillof reconozca el deterioro salarial del año pasado y que el bono de 4 mil pesos sea tomado como compensación por esa pérdida y que no sea computado a la paritaria 2020.
Fuente: El Dia