La Unión Cívica Radical se prepara fuertemente para tener sus propios candidatos, por fuera del espacio de Juntos, de cara a las elecciones del año que viene.
En lo que respecta a Bahía, diferentes dirigentes se perfilan para postularse a la intendencia y este jueves el que dejó entrever que le gustaría ser intendente es Martín Salaberry.
En diálogo con Allica y Prieta por La Nueva Play, sostuvo que se encuentra trabajando para una posible candidatura.
“Junto al vecino, estamos construyendo la nueva mayoría. Estamos conformando un equipo de trabajo para obtener en cada área una propuesta y actualmente tenemos un bosquejo de diez ideas claras de lo que haríamos en la ciudad”.
“A mí lo que mueve es transformar Bahía. A veces me duele ver cómo está la ciudad y la UCR tiene una camada de dirigentes valiosos. Somos muchos, pero hay que tener un claro diagnóstico”, agregó.
A su vez, consideró qué es lo que pretende el bahiense de cara a una nueva gestión. “El sentimiento que tiene el bahiense es el mismo que tengo yo, en cuanto a la voluntad, el compromiso, las ganas y la honestidad de darle a la ciudad una mejor gestión y de transformarla para bien. En ese camino estamos”.
También, ponderó al radicalismo como partido y destacó la historia del mismo en la ciudad.
“El radicalismo tiene una historia en el país y en la ciudad que es insoslayable. Hemos dado los mejores intendentes desde la democracia a esta parte como Juan Carlos Cabirón y Jaime Linares. Dos dirigentes honestos que gestionaron bien y el bahiense aún recuerda esa historia, aunque sabemos que hay que dar una vuelta de tuerca porque los tiempos son otros”.
Al mismo tiempo, comparó el mandato de Héctor Gay con el de los mencionados y afirmó que tanto Cabirón como Linares “tuvieron una mejor gestión y conocían más la ciudad”.
Además, criticó la cantidad de funcionarios que posee el Municipio. “Hoy en día hay el doble de funcionarios políticos en la ciudad que en el 2015. Esto implica que hay dinero que no se puede destinar a problemas que hay en Bahía como la falta de agua”.
“La austeridad en el gasto público permite que se pueda hacer una cuadra más de pavimiento, un cordón cuneta o empezar a resolver el problema estructural del agua”, añadió.
A su término, indicó que una de las primeras medidas que tomaría como futuro intendente sería rebajarse el sueldo.
“Si yo soy intendente durante los cuatro años de mandato, vamos a congelar nombramientos y mi salario sería un tercio del actual, creando un decreto generando una categoría más baja. La política no es una salida laboral, es vocación. No importa quien sea el intendente, no puede cobrar un millón y medio de pesos”, culminó.